La cocina del Hospital está que arde
Los 60 pinches del servicio del Complejo Asistencial se quejan del aumento de la carga de trabajo, que crecerá con el cierre de los fogones del Monte San Isidro.
Los 60 pinches de la cocina del Hospital Universitario de León están «saturados». De los fogones hospitalarios salen una media de mil menús diarios para los pacientes que están ingresados en el complejo. Con el anuncio del cierre de la cocina del Monte San Isidro aumentará el trabajoa partir de mayo en cien menús más, que también asumirán los 14 cocineros del servicio. «Trabajamos a destajo» critican las trabajadoras, que han presentado quejas por la reducción de tres compañeras en la plantilla en los últimos meses. Los carros que salen de la cocina hacia las plantas van sobrecargados, con 100 kilos de comida, los que pesan una media de 30 bandejas. Para la distribución de este servicio hay cuatro personas, que mueven una media de 15 carros entre el desayuno, la comida y la cena. «Hay trabajadoras que, por su edad o porque están enfermas no pueden empujar tanto peso», comentan. A este trabajo hay que añadir el emplatado y el lavado de la vajilla. «El lavavajillas se bloquea muchas veces, al igual que la cinta transportadora, porque no dan abasto».
El malestar ha aumentado en los últimos días tras conocer que, además, asumirán, sin un incremento de plantilla, la carga de trabajo de la cocina del Monte San Isidro, cuyo cierre dejará en el paro a otras diez personas, que trabajan para Serunión. La contrata podría ofrecer a partre de las trabajadoras un traslado al Hospital de Burgos, donde han asumido la cocina.
Los representantes del sindicato UGT reconocen esta «sobrecarga» de trabajo pero están a la espera de conocer la propuesta organizativa que hace la Gerencia del Hospital.
«Como estamos ahora hacemos un gran esfuerzo, pero vamos a esperar a que nos presenten el plan organizativo. Si no es asumible, comenzaremos con las protestas». Pero no todos los trabajadores están en situación de protestar, por sus diferentes condiciones laborales. «Muchos tienen miedo», aseguran fuentes sindicales.
Visita del gerente. El descontento ha llegado a oídos del gerente del Hospital, Juan Luis Burón, que la pasada semana se trasladó personalmente a la cocina y si dirigió a las personas encargadas del servicio para pedirles un esfuerzo. «Tenemos que colabor», les dijo, «y poner nuestro granito de arena. 2012 y 2013 van a ser años difíciles» y les advirtió: «O hacemos nosotros el trabajo o nos lo hacen», en una clara referencia y advertencia a la externalización del servicio, como ha ocurrido en otros hospitales de la Comunidad.
Burón recordó la importancia de la cocina en el Hospital y les trasladó que la idea de que determinados servicios pueden depender de otras instancias puede ser exportable, por lo que les animó a retomar el diálogo.