Escaso apoyo a Satse en el Hospital para no hacer el solape de jornada
El consejero convoca a la mesa sectorial el 24 de febrero.
Sólo el 30% de las enfermeras del Hospital de León secundó la petición de Satse de no dedicar tiempo al cambio de turno, lo que se llama solape de jornada. La responsable del sindicato, Silvia Sáez, asegura que «nuestro colectivo es muy dependiente del paciente y si puede haber algún perjuicio para los enfermos optan por no hacer nada». Satse espera que las otras dos convocatorias de protesta previstas para los días 21 y 28 de febrero tengan más seguimiento, «porque lo que queremos demostrar es que los veinte o treinta minutos que dedicamos a hacer el cambio de turno suman ya 37,5 horas de trabajo a la semana».
El seguimiento fue desigual en los distintos hospitales de la Comunidad. Según Satse, la protesta fue secundada por la totalidad de las enfermeras de Zamora, mientras que en hospitales como el Clínico de Valladolid, las enfermeras «se han sentido amenazadas para que no secundaran la protesta, o en Salamanca, donde las supervisoras han impedido este plante»,
Negociaciones. La Junta mantiene abiertas las negociaciones para «acercar posturas» en torno a la aplicación de la jornada laboral de 37,5 horas a los funcionarios. Así, el consejero de Sanidad, Antonio Sáez, anunció que se retomará el diálogo en la mesa sectorial de Sanidad que se celebrará el próximo 24 de febrero. «Hemos fijado la fecha después de las elecciones sindicales para evitar que el proceso contamine la negociación», explicó Sáez.
Ante la cercanía de distintas protestas —como la manifestación convocada para hoy, las once jornadas de huelga anunciadas por el sindicato CESM y las movilizaciones previstas para el sector de la enfermería de la mano de Satse—, el consejero quiso dejar claro que «no se modificará ninguna otra condición laboral. Sólo el aumento de 2,5 horas semanales». «Los sanitarios trabajarán dos tardes más al mes, pero no se modificarán ni las guardias ni los turnos», puntualizó.
Sáez destacó que ha ofrecido a cada centro que modifique la jornada en función de sus necesidades, pero siempre que se mantengan tres objetivos: incrementar la actividad asistencial, el ahorro a través de la reducción de sustituciones y actividades extraordinarias remuneradas, y, siempre y cuando, genere a los trabajadores las «menores incomodidades posibles».