Un empresario negocia quedarse con el concesionario de Ibán Hermanos

Un empresario leonés, relacionado con el sector de los concesionarios y que tiene otros puntos de venta de Renault en la provincia, ha mostrado a Ibán Hermanos su interés por hacerse con el negocio que la firma tiene en la capital, afectado actualmente por un expediente de extinción de empleo para toda su plantilla. El empresario ha mantenido ya contactos con la empresa y los representantes de los trabajadores, y ha solicitado documentación para concretar en el plazo de una semana un plan de viabilidad que le permita determinar si finalmente se hace cargo del negocio (incluyendo sus instalaciones actuales), y si acepta quedarse con la plantilla actual y sus cargas, como solicitan los trabajadores.

Visto bueno de la firma. Según explicó ayer el secretario provincial de la Federación de Industria de CC.OO., Alberto González Llamas, esta persona «contaría en principio con el visto bueno de la firma comercial», pero sus asesores están analizando las cargas no sólo de las instalaciones, sino de la plantilla, con las que correría de quedarse con el negocio en su situación actual. De momento a los trabajadores se les deben cuatro salarios y una paga extra; y además Ibán Hermanos tiene deudas con la Seguridad Social y con Hacienda.

A mayores, si finalmente decide no quedarse con la totalidad de la plantilla actual, tendría que hacerse cargo también de las indemnizaciones de los trabajadores a los que despida. En cualquier caso, no se descarta buscar salidas a través de las prejubilaciones para aquellos empleados que tienen más de 55 años.

 

Espera y movilizaciones. De momento los trabajadores dan un margen de confianza a las negociaciones empresariales, aunque no abandonan las protestas para llamar la atención sobre su situación. Las medidas de presión continuarán el próximo día 27, cuando los trabajadores volverán a concentrarse ante la Dirección General de Trabajo, que sigue tramitando el expediente de extinción. El día 29 están estudiando la medida a llevar a cabo, que puede ser una manifestación como la celebrada en la capital este mes, «o cualquier otra medida de presión».

Ibán Hermanos anunció a finales de enero el expediente de extinción de empleo para toda su plantilla (45 trabajadores), mientras se negociaba un expediente de suspensión temporal por los problemas financieros por los que atraviesa la empresa.

Desde entonces los trabajadores se han movilizado en repetidas ocasiones para reclamar el pago de sus salarios y el mantenimiento de los empleos.