El plan prevé eliminar el Espabila, el albergue y el laboratorio municipal
La recomendación de la auditoría, que apostaba por que el Ayuntamiento se deshiciera de una manero u otra de las denominadas competencias no obligatorias, se ha quedado al final en el cajón, junto con la cifra de 820 empleos que se estimaba que debían reducirse para dar viabilidad a la administración y poder pagar los 437,2 millones de euros de deuda.
En la reunión celebrada ayer en el consistorio sólo se pusieron sobre la mesa la eliminación de los servicios del albergue, situado en las instalaciones del Colegio de Huérfanos Ferroviarios (CHF), del programa de ocio alternativo Espabila —aunque en ningún caso del resto del Plan Municipal sobre Drogas— y del laboratorio municipal que se asienta en las naves del antiguo complejo de Abelló. Una terna de recortes, sin ratificar aún, que permitirían una reducción del gasto corriente, así como una merma del personal, aunque en algunos casos podría producirse una recolación en algún otro servicio municipal.
Fuera de discusión quedaron otros servicios que se habían barajado en los últimos meses. Ni el coto escolar, ni el Auditorio Ciudad de León, ni la escuela de música, ni la residencia de ancianos Virgen del Camino, situado en San Mamés, ni las escuelas infantiles se van a cerrar. Pese a que en éstas tres últimas no se vería mal una externalización, se ve poco probable encontrar un socio privado que quiera hacerse cargo de la gestión y compartir gastos.
La salida intermedia vuelve a pasar por un intento de acercarse a lo que marca la ley que deben hacer los precios públicos: cubrir el coste de los servicios que se reciben. A esta revisión no será ajena la escuela de música. Mucho menos las escuelas o guarderías infantiles, en las que también, debido a la no renovación de las temporales, se estudia cómo reorganizarlas e incluso la limitación de alguna de las aulas que tienen los seis centros municipales.