Los vecinos de La Palomera se quejan del ruido y la suciedad por el último botellón
Tres días después de la fiesta de Económicas el Campus permanece sin limpiar.
Un vecino pasea entre la basura que los estudiantes dejaron el viernes en el Campus tras el botellón.
Toneladas de basura permanecen sin limpiar en el Campus de Vegazana. Tres días después del botellón organizado por los estudiantes de la Facultad de Económicas el Campus parece un basurero. Las cuadrillas de limpieza municipales no se desplazarán hasta hoy para recoger los desperdicios que 8.000 estudiantes dejaron en la zona tras el macrobotellón organizado el viernes. Fuentes municipales aseguran que los trabajadores de la limpieza se desplazarán esta misma mañana para realizar las labores de recogida de la basura y recuerdan que el Ayuntamiento de la capital no tiene dinero para pagar las horas extraordinarias que permitan limpiar la zona en un fin de semana. El retén de guardia de la patrulla verde está ocupado en limpiar las calles de León durante las procesiones y actúa sólo en caso de emergencia.
Los participantes en el botellón tuvieron poco respeto por los espacios públicos y los vecinos de La Palomera tuvieron que convivir durante el fin de semana con la basura que miles de estudiantes, algunos procedentes de otras provincias, dejaron en el Campus de la Universidad de León, institución académica que es la que autoriza este tipo de eventos, pero que limpian los empleados municipales.
Protesta vecinal
Varios vecinos de este barrio han acudido a la sede de la asociación para quejarse de la situación vivida en la noche del viernes. La presidenta, Lourdes González, convocará una reunión de la junta directiva de la asociación para plantear la problemática de los botellones en este barrio. «Los vecinos se quejan de los ruidos, la basura y el gamberrismo, y lo bares, donde no consumen protestan porque entran habitualmente sólo para utilizar los servicios».
González no descarta pedir una reunión con el alcalde para plantear todas las quejas de los vecinos, que soportan los fines de semana botellones organizados en el Paseo de Quintanilla. «Ahora hay más vigilancia y limpian pronto, pero sigue siendo molesto para los vecinos».