Dos leoneses secuestran a un gijonés por una deuda de tráfico de marihuana
La policía arrestó a dos de los tres captores cuando iban a recoger el rescate.
Acusados de retención ilegal, tráfico de estupefacientes y atentado contra la autoridad. Dos leoneses, ya en prisión provisional, participaron junto con una tercera persona en el secuestro de un gijonés que les debía 15.000 euros por una mercancía de cinco kilos de marihuana, que no llegaron a cobrar, según publicó en su edición de ayer La Nueva España.
El secuestro se produjo la pasada semana, el Viernes de Dolores, cuando los tres acusados se plantaron en Gijón con la intención de cobrar la cantidad a un vecino del popular barrio de Contrueces.
Una deuda que contrajo meses antes cuando le pasaron el cargamento de la marihuana con el que huyó uno de los socios del secuestrado. Después de no conseguir recaudar este dinero, los acusados optaron por una medida más extrema y retuvieron al gijonés. Como rescate para liberarle exigieron a su padre el pago de la mitad de la deuda, es decir, 7.500 euros.
Huida hacia León
Los secuestradores organizaron una cita con la familia del retenido para hacer el intercambio. Quedaron a las 22.00 horas de ese día en una cafetería de la calle Pintor Manuel Medina de esta ciudad asturiana.
La policía, avisada ya por la familia, desplegó previamente al encuentro un amplio dispositivo en la zona para arrestrar a los autores del delito.
Los agentes lograron detener tras un forcejeo a dos de los tres implicados. Uno de ellos, incluso, golpeó a uno de los policías, que tuvo que ser atendido por los servicios sanitarios. El tercer secuestrador consiguió huir en coche en dirección a León. Fue interceptado por la Guardia Civil a la altura de Pola de Lena.
Por lo que se refiere al socio del secuestrado, acusado de tener la droga, también fue detenido, aunque quedó en libertad con cargos después de prestar declaración ante el juez que instruye el suceso.
El caso está en manos del Juzgado de Instrucción Número 5 de Gijón. Respecto a las penas, el Código Penal español fija hasta trece años de cárcel para los acusados de los delitos ya descritos imputados a los tres detenidos: retención ilegal, tráfico de estupefacientes y atentado contra agente de la autoridad por el ataque a un agente.