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POLÍTICA. UNA BERCIANA EN PRIMERA LÍNEA DEL PSOE AUTONÓMICO | Ángela Marqués. vicesecretaria GENERAL del PscYL

«No me siento ninguna pacificadora, soy discreta pero no me escondo»

No se siente una pacificadora, y aunque culpa al «tsunami de la crisis» de los malos resultados del PSOE en León, la nueva vicesecretaria general de los socialistas en Castilla y León reconoce que algunos problemas «se han intentando resolver con más voluntad que acierto»

Ángela Marqués, ayer por la tarde en Ponferrada.

Publicado por
CARLOS FIDALGO | PONFERRADA
Ponferrada

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Militante desde 1994, concejala en Ponferrada, diputada provincial, procuradora, la berciana Ángela Marqués afronta ahora el reto de involucrarse más en la vida orgánica del PSOE.

—¿La han elegido por que ‘no molesta’ ni a los críticos ni a los oficialistas?

— (Sonríe). Creo que me han elegido porque unos cuantos compañeros, no sólo de la provincia, han conseguido los apoyos suficientes como para que la propuesta saliera avalada.

—Parece que tiene usted un perfil que le ha permitido reunir esos apoyos. ¿Se siente una pacificadora?

—No me siento ninguna pacificadora. Me siento muy querida y muy respetada por mis compañeros. Es verdad que tengo un perfil muy discreto en la vida orgánica del partido, con una trayectoria en distintas ejecutivas con más o menos responsabilidad, y que no hablo públicamente de cuestiones orgánicas, pero tampoco me he escondido nunca. Aunque estoy en la gestora y mantengo mi compromiso para ser neutral y objetiva y facilitar un proceso limpio, mi vida como militante de la agrupación de Ponferrada tampoco ha desaparecido. En mi agrupación defendí la gestión de Óscar López porque creía en ella. Fue muy importante que Óscar López mantuviera su compromiso de dejar la posición sobre la Ley de la Comarca al criterio del Partido Socialista de León y por supuesto del Bierzo. Y fue un guiño importante cuando arrancaba la precampaña, hacer en el Bierzo un acto de presentación de todas las candidaturas en las capitales de provincia y en ciudades de más de 50.000 habitantes.

—Ha dicho que el debate forma parte del ADN del PSOE. Pero en el PSOE se han oído algo más que palabras en los dos últimos años.

—¿Algo más que palabras?

—Me refiero a la división entre críticos y oficialistas otra vez. Me viene a la cabeza aquella rueda de prensa de Iban García Blanco anunciando medidas contra los críticos del Bierzo.

—Entiendo que ‘más que palabras’ es una expresión para hablar de una situación complicadas. No tiene ningún sentido ocultar que hemos estado viviendo momentos complicados en el Partido Socialista de León y se ha intentado ir resolviéndolos, haciendo las cosas poco a poco, a veces con más voluntad que acierto, en algunas cuestiones tal vez.

—El PSOE ha perdido la alcaldía de León, ha tenido los peores resultados de su historia en Ponferrada, la Diputación sigue siendo del PP. ¿Qué es lo que se ha hecho mal? ¿El PSOE ha hecho autocrítica de verdad? ¿Es el momento de empezar a hacerla?

—Ha habido mucha autocrítica. En los órganos internos del partido y fuera. Es justo reconocer que se ha perdido. Pero si este tsunami de la crisis económica financiera internacional no hubiera coincidido con la situación del Partido Socialista en León, los resultados de las autonómicas, de las municipales y de las generales hubieran sido completamente diferentes. Para tener una visión real, hay que mirar fuera y marcar distancia. Otras zonas históricas también se han perdido inexplicablemente con buenas gestiones. Y eso ha sido por el tsunami de la crisis. La gente ha votado bajo esa clave. En las municipales y en las autonómicas la gente estaba votando como si fueran las generales.

—¿Y no cree que hay un componente más local?

—Habría que ir municipio por municipio. Haciendo autocrítica, hemos dicho muchas veces que no hemos sabido hacer pedagogía con la gente para explicar determinadas medidas. A lo mejor se estaban tomando medidas que nos alejaban de nuestro electorado. Zapatero lo dijo, que tomaría las medidas que consideraba que necesitaba España aunque le costara lo que finalmente le costó. Ha sido una situación de lealtad hacia el país. Muchas veces a los políticos se nos acusa de anteponer los intereses del partido, pero la historia será justa con Zapatero y le reconocerá que tomó las decisiones que eran necesarias para el país aunque le estuvieran alejando del electorado.

—¿Un partido derrotado es un partido dividido?

—O al revés.

—Se lo pregunto de otra forma. ¿Los malos resultados del PSOE son causa o consecuencia de la división interna?

—Le digo lo que en anteriores respuestas sobre el tsunami de la crisis. Pero es verdad que el electorado del Partido Socialista castiga al Partido Socialista cuando se presenta dividido a unas elecciones. Está clarísimo. A otros partidos no les supone tanto desgaste, pero a nosotros sí. La gente suele quedarse en casa cuando nos presentamos a unas elecciones divididos.

—A Iban García Blanco se le está señalando como uno de los responsables de esa división.

—Iban es una persona que siendo secretario de Organización del PSOE en León ha hecho quizá más trabajo del que le correspondía y ha asumido más responsabilidades de las que le correspondía. Y ha sido un hombre muy leal. Eso lo valoro muchísimo. Cuando entré en este partido, se llegaba a acuerdos y esos acuerdos se mantenían. Hecho de menos esa actitud. Desde hace unos años para acá, he visto que hay acuerdos que duran 24 horas y eso no puede ser.

—El discurso del PSOE es que las diputaciones provinciales son innecesarias...

—Lo que estamos diciendo es que hay que modificarlas. No tienen un encaje eficaz en un Estado de las autonomías tan desarrollado. En Castilla y León, las diputaciones están siendo transmisores de las políticas de la Junta. Hay que modificarlas.

—¿En qué medida?

—En ese debate estamos. En ver el encaje que pueden tener en el ordenamiento nacional. No digo que no se pueda modificar la Constitución con acuerdos fruto de un consenso amplio.

—¿Y esas dudas no se pueden trasladar también al Consejo Comarcal del Bierzo?

—También se podría modificar, pero el Consejo del Bierzo obedece a una singularidad de la comarca dentro de este enorme territorio que es Castilla y León. Ahora bien, para que esa institución funcione debería tener más autonomía económica y política. Eso es lo que pedimos y defendimos cuando se debatió la Ley de la Comarca y eso es lo que una vez más el PP está ignorando cuando habla de la ordenación del territorio. Es algo que no se atreven a eliminar, pero por la vía de los hechos intentan que no sea operativo ni eficaz. Que sea una institución inútil.