El alcalde no «duda» de que habrá acuerdo en el conflicto de la basura
Urbaser, trabajadores y consistorio se reúnen hoy para frenar la huelga prevista.
A las puertas de la huelga convocada para mañana, los trabajadores, la empresa Urbaser y el Ayuntamiento, como mediador, se reunirán hoy para avanzar en una salida al conflicto. Un entendimiento que el alcalde de la ciudad, Emilio Gutiérrez, aseguró ayer que no «duda» que se llevará a cabo. «Habrá acuerdo porque todos vamos en el mismo camino», subrayó el regidor del consistorio, que plantea dentro de su plan de ajuste la necesidad de reducir el coste del servicio, que ahora ronda los 20 millones de euros anuales. Contrato que se considera «lesivo» para la administración municipal y que, según los planteamiento iniciados, se fraccionará en dos a partir del próximo año: uno para la recogida de basura, que se mantendrá en los 6,2 millones de factura actual, y otro para la limpieza viaria, que pasará de 13,9 a 6,95 millones al año, gracias a que parte de las actuaciones serán asumidas por brigadas de personal propio.
A pesar de esta postura, el alcalde ratificó la buena disposición municipal para sentarse a la mesa de negociación, dado que «desde el primer día» ha dicho que «el objetivo de este Ayuntamiento es salvar el empleo». «He llegado a escuchar incluso a la oposición que ellos cuando llegaron aquí despidieron a doscientos y pico trabajadores. Ojalá no tenga que despedir a nadie», concedió Gutiérrez.
El diálogo se abre después de dos semanas en las que la empresa Urbaser ha mantenido bloqueadas las negociaciones, como se demostró en el primer intento ante el Servicio Regional de Relaciones Laborales (Serla). Una postura contra la cual han cargado los trabajadores, que insisten en que los responsable de la sociedad, perteneciente a ACS, presidida por Florentino Pérez, ha hecho «dejadez de funciones» después de haber logrado que el Ayuntamiento de León incluya dentro del crédito ICO 80 millones de euros de deuda atrasada, la mitad de los 161 millones que se piden al Estado.
Los 241 trabajadores insisten en que están dispuestos a hacer sacrificios con los que se reduciría hasta un 20% el coste del servicio, mediante reducciones de empleo a medio plazo, jubilaciones y eliminación de complementos, pero además exigen que la empresa adjudicataria rebaja el margen de beneficio, que supera el 12%. Réditos de un contrato que Urbaser logró en 1992 con un coste de 6 millones y, veinte años después, tienen una factura de 20 millones.