Detenido un menor de «personalidad rara» por los incendios de Juan XXIII
La Policía Nacional cree que es el presunto autor y lo pone a disposición del fiscal.
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron el pasado 30 de abril, apenas tres días después de que ocurriera el último episodio, al supuesto autor de tres incendios que tuvieron lugar en un inmueble de la calle Juan XXIII de la capital, en la zona del barrio de El Egido.
Se trata de un adolescente de 14 años, menor de edad por tanto, al que se capturó fruto de la intensificación de las labores de investigación realizadas tras las denuncias de los vecinos de la zona que empezaron a temer incluso por sus vidas a la vista de la reiteración con la que se producían los hechos.
El asunto se inició a finales del pasado mes de marzo. Según las pesquisas, el detenido provocó tres incendios en el portal del citado inmueble, que dieron lugar a la intoxicación por inhalación de humo de varios personas, siendo incluso necesario en una de las ocasiones el desalojo de la totalidad de los vecinos, debido al riesgo existente por la gran cantidad de humo que se había generado como consecuencia del incendio.
Investigación intensa
Las investigaciones practicadas por funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a la Comisaría de León, determinaron la intencionalidad de dichos incendios, lo que, unido a la reiteración de los mismos en tan corto espacio de tiempo, así como el peligro para la integridad de las personas que éstos estaban provocando, motivó la intensificación de las investigaciones, dando como resultado la identificación de un menor, de 14 años de edad, como presunto autor de los tres incendios detectados.
La preocupación de los vecinos de las cuatro viviendas de que consta el portal afectado por las llamas había llegado al extremo de que se empezaran a buscar culpables entre los allegados, habida cuenta de que algunos de ellos tenían fricciones de carácter personal con allegados suyos.
Muy extraño
La investigación en principio descarta el móvil de la venganza y lo atribuye a una gamberrada reiterada por parte de un muchacho que tiene una personalidad «extraña» y que sin llegar a caer en la patología de los desequilibrios sín que da muestras de comportamientos anómalos que serán analizados por el Fiscal de Menores, a cuya disposición se ha puesto ya al sospechosos, para que analice hasta qué punto corresponde actuar o si por el contrario es pertinente aplicar algún otro procedimiento dadas sus circunstancias.