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Los sindicatos rechazan la rebaja salarial y avisan a la Caja: «No dejaremos que nos pisen»

UGT y Csica, mayoritarios en la entidad, están dispuestos «a todo» y amenazan con huelga y movilizaciones.

Luis José Rodríguez Alfayate, de Csica.

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f. ramos | león
León

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Hartos. Así es como dicen sentirse los sindicatos de Caja España-Duero de las continuas amenazas de recorte y ajuste, que llegan desde la dirección de Unicaja Banco en Málaga. La última, un recorte salarial que rondará los 120 millones de euros, con los que desde la Caja se asegura que se salvarían 800 empleos, que ahora están en peligro.

«No dejaremos que nos pisoteen», amenaza un enfadado Antonio Muñoz, delegado de UGT en Caja España-Duero. Una afirmación, que ratifica aún con más rotundidad, el representante de la Confederación de Sindicatos Independientes de Cajas de Ahorros (Csica), Luis Rodríguez Alfayate: «No estamos dispuestos a que nos acuchillen».

Y es que tanto UGT como Csica, sindicatos mayoritarios en la Caja España-Duero, no entienden que se venga ahora con este recorte, «sin una negociación previa», remarcan ambos respresentantes. «Nosotros ya hicimos un esfuerzo en la fusión de Caja España y Caja Duero, que le costó el empleo a 850 trabajadores, y no vamos a hacer más», sentencia Antonio Muñoz, quien exige diálogo y, sobre todo, consenso para no perjudicar a la entidad.

Una aseveración que también hace suya Luis Rodríguez Alfayate, aunque una vez más va un paso más allá: «Lo que no es de recibo es que todo el esfuerzo tengamos que hacerlo desde Caja España y Unicaja se vaya a ir de rositas», afirma, a la vez que indica: «Eso no lo vamos a consentir».

Diálogo, no imposición

Desde las centrales sindicales UGT y Csica exigen a los directivos de la Caja «más diálogo y menos imposición». Bajo esta premisa, Muñoz deja claro que «esto que se está haciendo no es una negociación, porque las cosas no se hacen así». Por eso, el delegado de UGT y consejero de Caja España-Duero afirma: «Diálogo siempre, pero sobre todo respeto a la mesa negociadora, a la que no se puede llegar con una imposición. Así no se negocia».

El delegado de Csica, por su parte, no duda en asegurar que lo que se les ha puesto encima de la mesa es «inadmisible», pero acto seguido declara: «Estamos dispuestos a hacer un esfuerzo, pero no lo vamos a hacer bajo amenazas e imposiciones».

Lo que más molesta tanto a UGT, como a Csica, es que esas rebajas salariales y el recorte de 1.000 empleos —en el plan de diciembre se cifró en 1.800— sólo se plantee para Caja España-Duero. «Tendremos que ver qué tenemos unos y otros, antes de decidir, porque lo que no puede ser que es que todo el ajuste se haga en Caja España y que eso sea una condición innegociable», explica Rodríguez Alfayate.

A la calle

Con estas premisas, UGT y Csica aseguran que están dispuestos «a todo» para evitar este «dramático» ajuste. Y ese todo incluye la huelga y «todas las movilizaciones que sean necesarias», indica Antonio Muñoz, quien lanza un mensaje a los leoneses: «La ciudadanía tendrá que decir ya alguna cosa al respecto. Esto ya no es un problema sólo de los trabajadores, que una vez más son los paganos de esta fusión. Ya está bien».

Así las cosas todo apunta a que la mesa negociadora del martes será todo menos tranquila. Una mesa en la que también se sentarán Comisiones Obreras y UEA, con cuyos representantes este periódico trató de contactar a lo largo del día de ayer, sin conseguirlo.

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