Toyota busca alternativas para atender a sus clientes tras cerrar la concesión
Instalaciones de Toyota en el polígono de Trobajo, ya cerradas y sin los anagramas de la marca.
Toyota España está intentando normalizar lo antes posible el servicio a sus clientes de León después de que las instalaciones del polígono de Trobajo del Camino cerraran la semana pasada por los problemas de la empresa que tiene la concesión, el grupo de Ibán Hermanos.
Fuentes de la marca automovilística en Madrid señalaron ayer a este periódico que el equipo del departamento de Desarrollo de Red «ya está trabajando para poder atender las necesidades de los clientes de la zona afectada», al tiempo que se están llevando a cabo las gestiones oportunas «para poder retomar la actividad normal». «Esperamos que la situación se normalice en un breve plazo», explicó un portavoz oficial de Toyota España.
Las instalaciones de la marca japonesa en León cerraron como consecuencia de los problemas de Ibán Hermanos que, en estos momentos, intenta buscar un comprador mientras mantiene en un expediente de regulación temporal a los trabajadores de su otra marca, Renault.
El sector de los concesionarios en León está sufriendo uno de sus momentos más duros como consecuencia de la caída de ventas. A Toyota y la marca del rombo se une también el expediente que esta semana se ha comenzado a aplicar a 14 de los 29 trabajadores de Dohisa, que tiene la representación de BMW en la capital.
La mayoría de las empresas, casi todas de capital local, están agilizando expedientes de regulación de empleo, no tanto con la intención de aplicarlos inmediatamente como para estar preparados por si la situación va aún a peor.
El sector, a nivel nacional, ha pedido al Gobierno del PP la recuperación del Plan Renove a la compra de nuevos vehículos y que no se suba el IVA, ya que esta última medida sería demoledora.
Las ventas de vehículos en León han entrado en una cuesta abajo que parece no tener fin. En el último mes, algunos concesionarios todavía no se han estrenado en la venta de coches, una prueba evidente de la profundidad de la crisis.