Diario de León

Los tres chopos de la discordia

Ayuntamiento y vecinos discrepan sobre el derribo de árboles en el Polígono 58.

Aspecto que mostraba ayer por la tarde la zona de la tala.

Aspecto que mostraba ayer por la tarde la zona de la tala.

León

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El Ayuntamiento de León derribó esta semana tres chopos ubicados en el parque de Polígono 58 que limita con las calles Río Bernesga y Río Valdellorma, por entender que se encontraban en una posición de equilibrio excesivamente inestable y podían poner en peligro la integridad de algunos de los bloques de viviendas de la zona.

La asociación de vecinos, presidida por José Luis González, se muestra de acuerdo con la decisión adoptada, pero según pudo palpar este periódico ayer a pie de calle, no todos los residentes en la zona están de acuerdo con la medida: «Se ha eliminado una zona de sombra que tardará muchísimos años en recuperarse».

Julio Cayón, responsable del área de Jardines en el Ayuntamiento de León, explicó el caso: «Ya llevábamos debatiendo este tema durante algún tiempo y corríamos el riesgo de que ahora que los árboles empiezan a recuperar la hoja, se produjera un vendaval o una tormenta fuerte que derribarse los troncos. Ya estaban muy inclinados y lo mismo que han aguantado mucho tiempo, nos exponíamos a una tragedia que queríamos evitar a toda costa y lo más conveniente ha sido esto».

Los técnicos

Cayón explicó que la decisión de podar buena parte de los árboles de la capital, incluidos los del Paseo de Salamanca, la han adoptado los técnicos, a pesar de que en algunos casos se han producido quejas por entender que ya se había superado la temporada ideal para realizar esta labor.

González, el presidente de la asociación vecinal, data este asunto de hace una década. «Como poco llevamos diez años pidiendo que nos quiten esos árboles de ahí porque cualquier día íbamos a tener una desgracia y no queríamos tener que lamentar mañana lo que pudiéramos arreglar hoy».

El presidente de la asociación culpa a los grupos ecologistas de que no se haya podido llevar a cabo esta tarea con anterioridad: «Yo les reté una vez a que se subieran a los árboles y que me dejaran a mí usar la motosierra, a ver si tanto aprecio tenían por la naturaleza. Los árboles estaban totalmente vencidos y nos podía pasar cualquier cosa».

La asociación de vecinos carece de un local propio en la actualidad «porque el Ayuntamiento nos ha quitado el que teníamos en la zona del Quevedo y estamos esperando que nos den una solución. Tenemos todas las cosas en el Mercado de Ganados y así tampoco podemos funcionar».

En las inmediaciones de la zona de la chopera afectada, las opiniones son encontradas. Carmen entiende que si se eliminan los árboles «se va a quitar una zona de sombra importante y aunque se planten los árboles, van a tardar una temporada larga en dar sombra. De todas formas, se podía hace una cosa intermedia, que sería quitarles la mitad de la altura que tienen y así además nos ahorraríamos un poco de polen, que es muy molesto estos días».

Fernando es menos contrario a la medida, según expone junto al bar que da nombre al parque. «Llevábamos ya unos cuantos años temiendo que pudiera pasar alguna cosa un día de estos y lo mejor es que se haya tomado una decisión de este tipo».

Numerosos vecinos se acercaron ayer por la tarde a la zona para comprobar el estado en el que quedaron los troncos después de realizar las labores de tala y la alfombra blanca de polen que se asienta en el césped, fruto de los procesos habituales en la primavera cada temporada.

Un grupo de vecinos del Paseo de Salamanca ha creado una plataforma pro-chopera con el fin de defender los árboles y de impedir que se sigan talando más ejemplares. Por el momento, están a la espera.

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