«El Banco de España debe desaparecer para ser una mera sucursal del BCE»

—Por empezar con la actualidad más inmediata. ¿Cree que la minería debe mantenerse o hay que liquidarla?

—Mantener ningún sector con estas ayudas del Estado no es bueno para nadie. No es bueno para el sector ni para el Estado ni para los contribuyentes. Para nadie.

—Ni para Bankia.

—Ni para Bankia, pero son realidades distintas.

—No, es la misma realidad.

—Bien y esa realidad dice que hay que reducir esas ayudas, aunque está claro que es un problema político díficil y yo no conozco al detalle la situación de las empresas. No veo por qué no puede darse en la minería un caso parecido a otras reconversiones, con el acuerdo de todo.

—La minería lleva muchos años en reconversión y con ayudas que no se han ejecutado.

—Pues quizás el error ha sido prolongarlo durante tanto tiempo y no haber afrontado la situación mediante un acuerdo con las empresas mineras y los sindicatos. Entiendo que no puede todo cortarse de golpe y sin ningún tipo de compesación. Pero no se puede mantener.

—¿Sería un drama para la economía del país el que España fuera intervenida?

—España puede evitar el tener que recurrir a la intervención. Otra cosa distinta es si por efecto contagio, bien de Grecia o de otros, nos veamos forzados a ello, algo que no es previsible. Ser intervenido significaría entrar en el quirófano para ser operado sin anestesia. Por eso debemos tratar de ser capaces de hacer el ajuste sin necesidad de la intervención.

—¿No se está equivocando el Gobierno en su obcecación con el ajuste?

—Yo creo que el Gobierno no está exagerando el ajuste porque es inevitable. Lo que sí es posible es que no lo esté haciendo en los mejores términos. En concreto, el ajuste presupuestario quizás debió empezarse antes y no retrasar los Presupuestos hasta marzo, los primeros 100 días de Gobierno debieron ser más activos. En cuanto al ajuste financiero y bancario, las últimas decisiones han contribuido a crear un cierto desconcierto en la opinión pública y en los mercado financieros internacionales. Pero no es una exageración del ajuste.

—Y entre medias Bankia, un gran banco ahora intervenido con un dinero público que no hay. ¿Es esa la mejor solución?

—Todavía no se ha adoptado una solución. Se ha puesto encima de la mesa una cantidad para una recapitalización de la entidad por una cuantía muy importante, pero nadie ha llevado a cabo esa recapitalización. Aún no está resuelto quién pone los fondos y de dónde salen. Haber anunciado esta intervención de Bankia sin tener aún los recursos y sin saber de dónde salen es justamente lo que ha llevado al desconcierto actual.

—¿El sistema bancario está abocado a quedar solo en cuatro o cinco grandes bancos?

—Creo que lo que debería contemplarse es el sistema bancario europeo en su conjunto. En Europa debería existir un número limitado de grandes bancos, como en Estados Unidos, y algunos de ellos españoles, no más de tres o cuatro. Y después siempre habrá un cierto nicho para entidades locales, que hoy por hoy quizás están cumpliendo las cajas rurales, porque las cajas de ahorro no supieron.

—¿Caja España-Duero y Unicaja podrían ocupar un nicho de banca local?

—Podrían. No es obligatorio incorporarse a un proyecto de banco más grande. Pero tendría que conocer más las interioridades de las dos entidades para saber si están ya suficientemente saneadas como para ocupar ese nicho.

—¿Y en todo esto qué papel tiene que jugar en el futuro el Banco de España? Porque es el controlador, pero no puede emitir moneda.

—La solución de las entidades bancarias pasa por una intervención decidida del banco emisor, en su doble condición de la actividad bancaria y de generación de base monetaria. El problema que tenemos es que la generación de base monetaria está separada de la capacidad de supervisión. La primera está en Frankfurt y la segunda en cada país. Eso no es funcional. Hay que centralizar estos dos aspectos en la misma entidad y llevarlo todo a Frankfurt.

—Pero eso sería liquidar el Banco de España.

—Sí, sin duda. El Banco de España tiene que desaparecer para convertirse en una mera sucursal del Banco Central Europeo (BCE). Sería bueno para todos.

—Usted colaboró con Zapatero en sus inicios como presidente del Gobierno. ¿En qué se equivocó Zapatero en su lucha contra la crisis?

—Yo no diría que fui uno delos expertos en los que Zapatero se apoyó o que colaboró con él. Yo hablé con él y me pareció bienintencionado. Básicamente se equivocó en identificar bien la naturaleza y la magnitud de la crisis y pensar que era transitoria y que podía resolverse con el incremento del gasto público. Esta decisión fue muy equivocada.

—¿Los españoles tienen que empezar a asumir que la sociedad que han vivido hasta aquí no la van a volver a vivir?

—En los próximos años, desde luego no la vamos a volver a vivir. Antes de la crisis vivimos unos años de gasto muy excesivo, como lo demuestra la enorme deuda acumulada, por el sector privado y el público. Toda la economía vivió con un gasto excesivo. Tenemos meses, si no años de continuidad en el ajuste, después podremos volver a crecer, pero sin volver al excesivo gasto.

—Años... ¿Cuántos?

—Algunos expertos hablan de no menos de siete años. Yo creo que eso es excesivo. Vamos a poner un poco menos. Desde luego más de un año, sin duda.

—¿La reforma laboral servirá para generar empleo o lo que provocará será más paro?

—Yo creo que no va a generar más paro. Sin la reforma laboral las circunstancias serían peores de lo que son ahora y la desconfianza de los mercados internacionales hubiera sido todavía mayor. Con el régimen legal de nuestro mercado de trabajo era imposible salir de la situación en la que estamos. No es la receta mágica, pero era inevitable. Es más se ha quedado un poco corta.

—¿Es partidario de cambiar el modelo autonómico?

—Sí.

—¿Hacia dónde?

—Habría que hacer una devolución de competencias al Estado central. La opinión pública no entiende que estén generando ese gasto tan enorme. España vivió sin Comunidades Autonómas mucho tiempo y sobrevivimos. Hay que repensar el mapa autonómico.

—¿Repensarlo para eliminarlo o para quitarles competencias?

—Vamos a dejar abierta esta cuestión.

—¿Está en riesgo el sistema sanitario actual?

—El sistema sanitario actual es inviable. Gratis no hay nada en esta vida. España es el único país en el que todo absolutamente todo se paga vía impuesto y esto, en la medida que no hay un coste marginal para el usuario, da lugar a un exceso de demanda más de lo imprescindible y hace el sistema tremendamente ineficiente.