Dos jóvenes logran salir de su piso antes de derrumbarse el forjado bajo sus pies
Cae sobre un bar vacío una superficie de 40 metros con cocina y el baño completo.
Estado del Café Copas Blues tras el derrumbe del forjado del primer piso de un edificio de la calle La Paloma.
Dos jóvenes lograron ayer salir del piso en el que viven minutos antes de que se derrumbara el forjado con piezas de cerámica de una vivienda del primer piso del número 7 de la calle La Paloma, en el barrio Húmedo, construida hace 33 años. El baño y la cocina del primer piso se cayeron sobre el Café Copas Blues, que llevaba una semana cerrado como consecuencia de una gotera de grandes dimensiones en el techo del local. En el momento del siniestro, que se produjo sobre las 16.00 horas, el bar estaba vacío, pero en la vivienda de arriba se encontraban los inquilinos, dos jóvenes de 23 y 24 años, un madrileño y un marroquí, que tienen alquilado el inmueble. Al parecer, los jóvenes estaban preparando las maletas para salir de viaje cuando notaron que el suelo temblaba, lo que provocó que huyeran del lugar asustados ocasionándose contusiones en los brazos al rozarse con paredes y puertas, según fuentes policiales, pero lograron abandonar la vivienda antes de que 40 metros cuadrados de suelo se derrumbara bajo sus pies. Los dos fueron trasladados al Hospital con pronóstico leve, pero uno quedó en observación.
En el momento del accidente se encontraba en el portal del edificio el fontanero, que había acudido a cambiar la llave de paso avisado por los propietarios, cuando se vio sorprendido por el derrumbe. Al lugar se trasladaron Policía, Bomberos y Ambulancia. El primero en llegar fue el responsable de los bomberos, el arquitecto técnico Álvaro Rodríguez, que hizo una primera valoración de los daños. «La primera impresión no es buena», comentó al salir del edificio, «hay que esperar a que vengan los técnicos de urbanismo, pero no es normal que el forjado se caiga por una gotera».
Minutos después llegaron al lugar los concejales de Obras, Julio Cayón, y de Seguridad, Ricardo Gavilanes, acompañados del técnico municipal de urbanismo que tras evaluar los daños optó por desalojar la vivienda contigua a la siniestrada, un piso en el que viven tres chicas jóvenes, y prohibir la apertura anoche de otro de los bares situado en los locales del edificio, el Moroko.
«No sabemos si los daños estructurales se han ocasionado como consecuencia del derrumbe o porque ya estaban antes, hay que evaluarlo. No se descarta nada», aseguró Cayón.
Medidas por precaución
El concejal de Obras, Julio Cayón, aseguró que la decisión de no permitir a los inquilinos del piso pasar la noche en su casa y la no apertura del pub Moroko «es una medida de precaución».
La Concejalía de Servicios Sociales ha ofrecido a los dos jóvenes heridos la posibilidad de realojarlos en algún recurso social ya que ninguno tenía familia en León.
La propietaria del bar, que se encontraba en el lugar del siniestro, aseguró a este periódico que como consecuencia de la gotera tuvo que cerrar el bar hasta que los técnicos acudieron a arreglar la avería.