Los bomberos retan al consistorio a que les ordene salir a asistir a los pueblos

El conflicto entre los bomberos y el equipo de gobierno se caldeó ayer con el choque entre la amenaza de la plantilla y el asentamiento de la postura firme del alcalde. Mientras que los miembros del cuerpo de extinción de incendios mantiene que, si no cobran los 190.00 euros aportado por la Diputación por atender a los pueblos no saldrá a actuaciones fuera del municipio salvo que impliquen riesgo de vida, Emilio Gutiérrez les puntualizó que no les corresponde la decisión de salir o no salir. Para ello, citó el escalafón: un jefe encargado del servicio, un concejal delegado del área, unos tenientes de alcalde y un alcalde, que al final son los máximos responsables, según el regidor del PP.

Ante esta postura, los bomberos retan a que si tienen que salir fuera del municipio, «que sea alguien quien lo ordene y asuma la responsabilidad de que, al mismo tiempo, pueda ocurrir algo en la ciudad». «A partir de ahí, nosotros tomaremos las decisiones que creamos oportunas», avanzó el portavoz del colectivo, Carlos Lozano, quien citó la Ley de Bases de Régimen Local y una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Galicia para defender que «queda claro que los bomberos del Ayuntamiento no tienen ninguna obligación de prestar sus servicios fuera de su término municipal de forma ordinaria».

Unos servicios que suponen «el 30% del total», pero que «son los más costosos y los más peligrosos, porque se trata de fuegos que llevan cerca de 30 minutos y que están muy desarrollados».

Acuerdo desde 1985

Lozano defendió que, «debido a la situación existente en la provincia», desde el año 1985 se llegó a un acuerdo por el que la Diputación paga a León y Ponferrada por la asistencia a los pueblos. Un acuerdo «de hace 27 años, que no es de ahora», recalcó el representante sindical, quien señaló que pese a la costumbre asentada el Ayuntamiento de la capital leonesa, que lo utiliza para compensar deuda con la administración provincial, no ha repartido entre la plantilla los 190.000 euros, cerca de 2.600 euros a cada uno, mientras que en la localidad berciana «sí que se ha hecho».

Los miembros del servicio de extinción de incendios entienden «la situación económica por la que está pasando el Ayuntamiento», pero consideran «inconcebible» que el equipo de gobierno «pretende que sus bomberos sigan realizando un trabajo muy por encima de sus obligaciones y competencias y que retengan el pago por dicho trabajo». «Dicen que es para pagar los seguros de los vehículos y que, si nos pagan, tendrían que despedir gente. Pero qué bobadas son ésas. Entonces, para arreglar la deuda que no paguen a nadie por los trabajos que realiza y así la van quitando», apuntó Lozano, que está semana fue uno de los asistentes al a reunión en la que el concejal de Hacienda, Agustín Rajoy, les explicó que no puede pagarles ese dinero, porque no está presupuestado y ocasionaría una pega por parte de la Intervención.

«La única salida es la que haría cualquier trabajador al que no le retribuyen por su trabajo, dejar de realizar el mismo», remarcó.