«El contrato de la basura tendrá una reducción muy importante»

Pese a que sabía que «iba a ser un año muy intenso, de mucho trabajo, pero que está desarrollando satisfacciones», los doce primeros meses sirven para que «se haya empezado a sentar las bases para hacer un Ayuntamiento viable, posible y creíble para los ciudadanos, aunque también para las empresas y pequeños y medianos autónomos», como defendió el alcalde, Emilio Gutiérrez ayer durante el Filandón, el programa que emite La 8 de Televisión Castilla y León en colaboración con Diario de León. Un espacio en el que incidió en la importancia de «la inmensa deuda y el desajuste entre ingresos, que rondaban los 110 millones, y gastos, que superaban los 175 millones», achacó a la oposición que se valgan «del arte de la capacidad del mediocre, que es la mentira», reseñó que «la destrucción del empleo ha sido mínima» y subrayó la «el contrato de la limpieza y recogida de basura tendrá una reducción muy importante» porque «no puede ser que a cada leonés le cueste 100 y a un burgalés, 30 euros».

Gutiérrez insistió en el coste que tiene para el Ayuntamiento de León el contrato de la limpieza y recogida de basura. «Nos cuesta cada año más de 18 millones de euros al año», reseñó el regidor del PP, quien abundó en que «origina un déficit de más de 12 millones de euros», dado que con las tasas «sólo se recaudan cuatro millones y pico de euros». «No tenemos porque pagar más de lo que paga un burgalés o un salmantino por el mismo servicio», abundó el alcalde, quien adelantó que el actual contrato, iniciado en 1993 y adjudicado a la empresa Urbaser, «no tiene sustento legal desde el 2007», año a partir del cual se mantiene prorrogado. «Tenemos el firme propósito de sacar a concurso el servicio de recogida y limpieza, que tendrá una reducción muy importante. Ya se está trabajando en los pliegos», avanzó.

El alcalde marcó este gasto, al igual que «los 6 millones de euros de déficit que origina el contrato del transporte urbano», dentro de la política de «orden» con la que conseguir reducir el gasto municipal. «Conocíamos que la deuda era inmensa, pero lo que no sabíamos era que había un desajuste tan grande entre ingresos, que rondaban los 110 millones, y gastos, que superaban los 175 millones de euros anuales». «Nosotros hemos hecho un presupuesto de 134 millones de euros, lo que nos obliga a un gran reajuste para adaptarnos a la realidad de los ingresos del último ejercicio», explicó Gutiérrez, quien citó que «el 51%, cerca de 67 millones, son de impuestos directos, casi todos del IBI, el 14%, 21 millones, de transferencias del Estado y los otros 30 millones de recaudación general», mientras que «el 49% de los gastos, 62 millones, son para personal». «Hay que trabajar para que se reduzca esto», apuntó.

Sobre estas bases de trabajo que han guiado los doce meses de su gobierno, el regidor del PP señaló que «la destrucción de empleo ha sido mínima». «Nos encontramos una situación crítica. Incluso un medio se hizo eco de que había que reducir el 50% de la plantilla, aunque después, como creemos en las personas y nos duele, porque detrás de cada trabajador hay una familia, vimos que había otras alternativas», como «trabajar en el control del gasto corriente y otras medidas que se empezarán a aplicar». «De 201 plazas, 101 son de personal laboral que no podía ser renovado por un reparo de Intervención, otras 85 plazas son excedencias de gente que incluso está en otros puestos en el Ayuntamiento y hay otros 15 pendientes de financiación de otras administraciones», detalló.

Pese a este escenario, Gutiérrez resaltó el esfuerzo que se ha hecho para «transformar la deuda con proveedores en deuda financiera», lo que ha permitido «pagar casi 170 millones de euros» de débitos que «databan de tiempo inmemorial», aunque incidió en que «en los últimos cuatro años se duplicó la deuda». «Hemos empezado a sentar las bases para hacer un Ayuntamiento viable, posible y creíble para los ciudadanos, aunque también para las empresas y pequeños y medianos autónomos», subrayó el alcalde, quien afirmó que su objetivo es «estar siempre al lado de los ciudadanos» y atender a «las personas y familias que cada día lo tienen peor». «Lo importante no es lo que uno puede conseguir, sino dónde quiere llegar. Al final de la legislatura, nos juzgarán y dirán si hemos llegado a ese punto de ser un buen alcalde», aseveró.

No perdió oportunidad Gutiérrez para plantear que le gustaría «tener otra oposición», en referencia a PSOE y UPL, y mantener una relación diferente con ella». «Hacen uso del arte de la capacidad del mediocre, que es la mentira», criticó.

Tuvo tiempo el alcalde para valorar la polémica creada con los bomberos, que exigen que se reparta entre la plantilla los 190.000 euros que aporta la Diputación por atender a los pueblos, como se hace desde 1985. «He tenido acceso a un informe de Intervención de febrero de 1986 en el que se dice que esa cantidad no puede ser pagada. Y yo, con reparos de Intervención, no voy a pagar», asentó.

Más allá del pago, Gutiérrez defendió que «el Ayuntamiento no debería tener ningún problema porque tiene los deberes hechos, sino que deberían ser otros que no tiene organización y estructura. «La solución está en poner orden. Hay una ley que está ahí desde el 2007, desarrollémosla», lanzó en referencia a la Junta, que se cita que «regulará la estructura de parques, organizará los servicios y habilitará partidas económicas» para lograr «un servicio mancomunado».