La falta de adaptación al nuevo sistema obligará a recetas manuales incompletas
Durante los primeros días de puesta en marcha del copago farmacéutico, la falta de adaptación informática al nuevo sistema de muchas consultas médicas de la provincia provocará que lleguen a las farmacias «un montón de recetas manuales», donde no será posible incluir datos esenciales para esta organización que se estrena hoy.
Datos como el código de identificación personal y el de la tarjeta sanitaria individual, que cuenta con cinco números, cada uno de ellos determina la situación de cada paciente en función de su renta, una parámetro esencial para fijar cuánto debe abonar por sus fármacos.
Casi 160.000 pensionistas
Existe un dígito que el médico utilizará en caso de que ese paciente sea desconocido, es decir, que el facultativo no le tenga identificado por ser desplazado u otras circunstancias. En este caso tendrá que pagar el 10% si es pensionista y el 40% si es trabajador.
El Colegio de Farmacéuticos centralizará toda la facturación de los establecimientos de la provincia, que remitirá al Sacyl y dese ahí llegará el dinero, vía cuenta corriente, hasta los pacientes a los que tengan derecho a alguna devolución.
De acuerdo a los datos facilitados por la Junta, el copago afecta en León a un total de 158.528 pensionistas que tendrán que pagar por vez primera los medicamentos con receta: 108.306 corresponden al Área de Salud de León y 50.222 de la del Bierzo. El 80% cuenta con unos ingresos inferiores a los 18.000 euros y deberán abonar como máximo ocho euros al mes.
El 52% de la población de la provincia, incluida el grupo de pensionistas, pagará más por sus fármacos. El 2,7% no abonará nada por sus recetas al tener pensiones no contributivas o ser desempleados sin subsidio.