Pocas incidencias y descontento en el primer día hábil del copago en León

Desconocimiento, indignación, aceptación y problemas tecnológicos. Así se resume la segunda jornada de la implantación del copago farmaceútico en León.

El centro de salud de Eras de Renueva registró ayer por la mañana un importante movimiento de personas para pedir consulta y conseguir recetas. Entre estas últimas, bastantes eran las voces que se oponían al pago por los medicamentos. El grupo más discordante a la nueva norma estaba formado por los jubilados que, dependiendo de su cotización, deberán pagar por los medicamentos.

Aunque la expresión habitual era el rechazo por la medida, algunas personas no mostraron su total disconformidad. Mientras que algunos si la consideraban necesaria, otros la matizaban con una adaptación según pensiones.

Entre las opiniones en contra destaca la de Antonio Carrasco, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de León. «No es buena y no garantiza nada, pero es la menos mala dentro de las opciones existentes». Carrasco también destacó la ausencia de incidentes en las farmacias leonesas, salvo algunos problemas técnicos con los ordenadores.

Aunque en la provincia leonesa no se registró ningún contratiempo en las boticas, en el resto de la Comunidad se anotaron hasta cuatro incidencias. Mientras, en el caso de los ambulatorios ascendieron hasta 225, aunque la Consejería de Sanidad de la Junta no facilitó los datos locales pese a poseerlos.

Sin embargo, no todos los farmacéuticos pensaban lo mismo acerca de la medida. Rosa María Andrés, propietaria de uno de estos establecimientos, está a favor de su implantación y cree que no causará muchos problemas; asimismo, no hubo casi incidencias en su local.

Para muchos expertos, la nueva norma del Ejecutiva puesta en marcha el pasado domingo viene con ganas de quedarse. Según algunos, se plantea como un precepto sin visos de ser transitorio y, de momento, con un ánimo de ser más preventivo que recaudatorio, aunque esta voluntad cambiará con los años. Esa modificación, según los expertos, se traducirá en un aumento de la cantidad proporcional a pagar, por lo que dejará de convertirse en una norma preventiva para adquirir un carácter recaudatorio, una situación que solo se verá con el tiempo.