El Trianón podrá convertirse en hotel, comercio o establecimiento hostelero

Varado desde hace más de 6 años, el mítico teatro Trianón encuentra una vía para resurgir. Un camino abierto por el Ayuntamiento de León, que ha decidido hacer una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para «flexibilizar» el uso establecido, que hasta ahora se restringe a «sociocultural». La «adscripción concreta» de utilización que se ampliará a todo tipo de usos definidos como «equipamientos privados». La etiqueta en la que entran culturales, hoteleros, hosteleros, sanitarios, de ocio, asistenciales, deportivos, administrativos y comerciales, siempre que no incumplan la normativa autonómica de comercio que regula el máximo de metros cuadrados a partir de los cuales se considere gran superficie. Todos los considerados de servicio o terciarios, pero en ningún caso el residencial, reservado para viviendas.

La modificación cuenta con el visto bueno municipal, que abre ahora el periodo de información pública para la presentación de alegaciones y el dictamen de la Comisión de Urbanismo de Castilla y León. Un procedimiento que tendrá listo el cambio para finales de año tanto para el Trianón como para los otros cinco edificios en los que se suprime la restricción de equipamiento «sociocultural»: los conventos de las Carmelitas Descalzas y las Agustinas Recoletas, la Casa de Carnicerías, la obra social de Caja España en Santa Nonia e, incluso, la Plaza de Toros.

Seis inmuebles en los que se considera, según el dictamen técnico, que el uso «ha devenido en obsoleto o inapropiado, bien porque los usos iniciales han cesado, quedando en desuso los inmuebles, bien porque la calificación asignada inicialmente no era la más adecuada para los usos existentes, bien porque, directamente, existentes iniciativas privadas dirigidas a la introducción de nuevos usos o actividades más acomodadas a la actual demanda de mercado o a la realidad social, sin que con ello se pretenda alterar la condición dotacional de la parcela».

Proyectos paralizados

En éste último caso se encuentra el Trianón. El teatro abierto en 1951, después de una inversión de más de 800.000 pesetas de la época, que ha sido sala para las sesiones continuas de los años 60 y 70, discoteca y hasta parque infantil. Un inmueble histórico —puesto a la venta en internet en el 2007 con un precio de salida de 4,6 millones de euros— cuyas últimas alternativas de apertura se hicieron con el proyecto de adaptación para sala de fiesta y restaurante, además de un pequeño hotel de 20 habitantes, y, posteriormente, con la propuesta de un pequeño centro comercial. Planos que chocaron con el dictamen de la Comisión de Patrimonio, ya que el edificio tiene el más alto nivel de protección, aunque aguarda su declaración como Bien de Interés Cultural desde 1986. Un informe en el que se apuntaban como reparos la necesidad de mantener la fachada con su configuración original, sin retranqueos, y la configuración del antiguo escenario y las columnas de soporte.

Pese a estas advertencias, que se exhortaba a corregir en un nuevo proyecto, la Junta sí que dio el visto bueno al cambio de la catalogación, que no fue posible por la adscripción en el PGOU como dotacional «sociocultural».

Un obstáculo que se salva ahora con la flexibilización del uso del edificio, que cuenta con 2.300 metros cuadrados: 450 de sótano, 730 metros de planta baja, 580 metros de anfiteatro y 540 de oficinas y otros. Un inmueble que, como se reseña en el informe, «está en desuso, viéndose deteriorado por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, por lo que se considera fundamental ampliar las posibilidades de uso de modo que se pueda conservar este elemento patrimonial de gran valor». Un cambio «esencial» para que «pueda volver a funcionar acogiendo alguna actividad apropiada a las condiciones actuales de crisis de mercado».