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el crimen de la joyera | conclusiones

La fiscal exige un año más de cárcel para Óscar Tello por abusar de su fuerza física

Mantiene la misma pena para Carlos Enrique Moreno «porque colaboró algo con los investigadores». Los informes de los abogados difieren en torno a las intenciones reales que tenía al principio el ataque.

Carlos Enrique Moreno

León

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El Ministerio Fiscal elevó un año más, hasta 15, la pena de cárcel que propone para Óscar Tello Rodríguez, al entender que al delito de homicidio del que le considera culpable por la muerte de Marta Villayandre, hay que añadirle la agravante de «abuso de superioridad». Los médicos certifican que el ataque fue tan brutal y violento como innecesario». No aplica la misma agravante a Carlos Enrique Moreno Rivas «porque su actitud colaboradora en el principio de la investigación merece que se le mida con otro baremo».

No se le aplica la atenuante de confesión «porque cuando lo hizo, ya estaba detenido». Tampoco se califican los hechos como asesinato «porque no hubo premeditación. El plan era robarle un maletín de joyas» valorado en 91.000 euros «pero acabaron matándola y la indiferencia o el consentimiento les sitúan en el mismo tipo delictivo. Los dos la mataron y son responsables».

«Los forenses han hecho luz», explicó la Fiscal «y aseguran que hubo dos personas en el escenario del crimen». El conductor del autobús que reconoció a Tello en Oviedo el día de la muerte de Marta «es una persona imparcial , su testimonio es una prueba». Lo mismo ocurre con el dueño de la tienda donde Tello compró unas pilas a pocos metros del lugar donde quedó estacionado el coche. «Me pidió las pilas más baratas que tuviera».

Para la fiscal, los testigos que aseguran que vieron a Tello en León el día del crimen y que aseguran que estuvo en su casa prácticamente toda la jornada «mienten». Recordó como su «suegra» afirmó haber recibido visitas del imputado «todos los días entre el 18 de enero y el 6 de febrero», cuando desde el 30 de enero se encuentra en prisión por estos hechos.

«No son creíbles»

La acusación particular criticó los testimonios de los menores que sustentaban la coartada de Tello para probar que nunca estuvo en Asturias: «No son creíbles, tenían memorizado lo que tenían que decir y de ahí no había quien los sacara».

La defensa de Óscar Tello acusó a la policía de elaborar una investigación «que ha sido de todo menos objetiva. Querían resolver como fuera y para que los hechos ocurrieran como ellos dicen, mi cliente tuvo que ir a Oviedo en un Fórmula-1. Si no, es imposible que le diera tiempo a todo». Dejó entrever la letrada que la policía había inducido al dueño del bazar a mentir y que había ocultado deliberadamente durante un año un informe sobre la posición de los teléfonos móviles». También habló de una rueda de reconocimiento «contaminada, porque les habían enseñado las fotos antes para que reconocieran a mi cliente» y recibió un improperio al término de su exposición: «¡Eres patética!» le gritaron desde los bancos del público. El Magistrado Ponente exigió silencio en la sala.

La letrada de Carlos Enrique Moreno destacó el arrepentimiento de su patrocinado: «Si no hubiera confesado, posiblemente a estas alturas no se habría hallado el cadáver o habría sido pasto de los animales».

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