La Diócesis de León busca laicos para paliar el descenso de misioneros
Los 515 religiosos leoneses reciben el reconocimiento del obispo Julián López .
El total de misioneros de la provincia de León ha descendido con respecto al año pasado en 10 personas, como consecuencia de no disponer de un relevo generacional.
La media de edad de estas personas, que se dedican a predicar la palabra de Dios por lo diferentes puntos del planeta, es muy elevada, según explica una de las colaboradoras de este proyecto, Maribel Febrero, «en su día para un niño que el futuro que le esperaba era la agricultura, pensar que podía gozar de una alternativa era muy gratificante».
El lugar al que van destinados, no ha variado en comparación con otros años, siendo América, con un 80%, el continente que más personas aloja, muy por detrás se sitúa Africa.
A la figura clásica de los religiosos que partían para hacer realidad la misión, en la actualidad, desde la Diócesis de León, se intenta incluir la presencia de nuevos perfiles misioneros bajo el lema «¡Sé laico misionero!» que, según el delegado diocesano de misiones Manuel de la Red, pretende «ser un llamada aprovechando la celebración de la XXIV Convivencia de los Misioneros Leoneses para tratar de concienciar a todos los cristianos de que también ellos pueden ser protagonistas de la acción misionera».
En dicha convivencia los 515 misioneros leoneses, que se encuentran repartidos por todo el mundo, recibieron el reconocimiento de toda la Diócesis, en un acto celebrado en el Seminario de San Froilán.
La ceremonia fue presidido por el obispo de León, Julián López y a ella acudieron entorno a 30 misioneros que se encargaron de contar las vivencias que han tenido en el país que están destinados.
Manuel de la Red, considera «fundamental para la Iglesia de León la proyección que siempre le ha conferido su marcado carácter misionero y hace un llamamiento para arropar desde aquí el trabajo que realizan en más de 30 países esos misioneros que en su día salieron de León para llevar más allá el mensaje evangélico».
Este año como novedad, después de la comida celebrada en el hotel París, han estado visitando las vidrieras de la Catedral, subidos en una plataforma habitada para ello.