Demasiada rapidez a la hora de reorganizar facultativos

Las reacciones ante el plan de reestructuración de la Atención Primaria en Castilla y León, anunciado ayer por el gerente regional de Salud en la Mesa Sectorial de Sanidad, Eduardo García, no se han hecho esperar. La Federación de Sanidad de UGT y el sindicato de Enfermería Satse censuraron la premura exigida desde el Ejecutivo regional para acordar la reordenación de facultativos, mientras que el sindicato de médicos de Castilla y León (CESM) y el sindicato de auxiliares de enfermería y celadores (Usae) se mostraron favorables a la reestructuración para optimizar recursos, pero muy críticos ante la posibilidad de amortizar plazas que, en opinión de todos ellos, supondría «un deterioro en la calidad asistencial».

Así, el presidente del CESM, José Luis Díaz Villarig, explicó que los criterios para reestructurar la Atención Primaria aún no están claros, por lo cual en la mesa sectorial celebrada ayer se ha acordado «estudiar todos esos criterios en mesas técnicas durante las próximas semanas». «Estamos totalmente de acuerdo en la reestructuración para optimizar los recursos, pero hoy ha aparecido un nuevo dato que desconocíamos por completo, y es que se pierden 173 plazas de médicos. Estamos en total desacuerdo con la amortización de plazas por temas puramente económicos», añadió.

Díaz Villarig recordó que el consejero de Sanidad anterior, Francisco Javier Álvarez Guisasola, «incrementó el número de estudiantes de Medicina porque decían que hacían falta médicos y de la noche a la mañana resulta que sobran». Asimismo, recordó los recortes sufridos por este colectivo, «como la disminución de más del 30 por ciento de los ingresos», a los que se suma la amortización de plazas.