La demolición de Ordoño obligará a tirar una nave para ejecutar las obras
Los propietarios del callejón de San Agustín autorizan el uso para sacar el escombro.
Los propietarios del callejón de San Agustín autorizaron ayer al Ayuntamiento de León para poder demoler el edificio anexo de Ordoño II desde esta zona de naves y talleres paralela al edificio municipal. La firma del convenio tuvo lugar ayer en la sala de comisiones de San Marcelo y fue ratificada por el alcalde y Domingo Cueto Sánchez y Fernando Carreño San Martín en calidad de consejeros delegados mancomunados de la sociedad ‘Ordoño II-San Agustín, S.L.’.
El convenio fue aprobado el pasado día 22 en Junta de Gobierno y tiene dos grandes objetivos. Por una parte, evitar en la medida de lo posible que la retirada de los escombros interfiera en la actividad diaria de una de las zonas más transitadas y comerciales de la ciudad y, por otro, poder instalar la grúa pluma con la que se irán retirando todos los materiales. Para ello, según explicó la concejala de Urbanismo, Belén Martín Granizo, será necesario echar abajo también parte de una nave con el fin de colocar la infraestructura metálica junto a la fachada siniestrada.
Del inmueble se extraerán aproximadamente 80.000 kilos de metal, 1.000 metros cúbicos de cerámica, ladrillo y hormigón, 10.000 kilos de madera, vidrio y plástico, 750 kilos de fluorescentes y equipos eléctricos y 300 kilos de aislamiento, según la valoración que ha hecho la empresa a la que se adjudicaron las obras en la misma Junta de Gobierno del pasado día 22.
La otra alternativa era derivar todas las obras hacia la calle Alfonso V, pero generarían muchos más problemas, por lo que no llegó ni a plantearse por los técnicos.
410.000 euros de coste
El Ayuntamiento de León ha adjudicado las obras de demolición de las últimas cuatro plantas del edificio siniestrado de Ordoño, que es justo el que da al patio de San Agustín, a la empresa Esoca S.L, Construcciones Campos, por un importe total de 410.000 euros y un plazo de ejecución de tres meses y medio.
Las obras, según explicó ayer Martín-Granizo, no tienen aún fecha de inicio ya que se está a la espera de que los arquitectos -los mismos que participaron en la construcción del edificio siniestrado- elaboren el proyecto de demolición, para el que tienen un plazo de ocho días.
Esoca S.L Construcciones Campos fue la empresa que presentó el presupuesto más barato de los tres que se estudiaron en la Junta de Gobierno, con una rebaja del 20% sobre el precio de la licitación.
A la hora de justificar su elección, la concejala de Urbanismo también detalló que la empresa adjudicataria había realizado anteriormente labores de rehabilitación en otros edificios de la capital, como en el edificio Botines de Gaudí, la catedral y el palacio del Conde Luna, entre otros.