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Llevan a la Audiencia a un gerente por agresión sexual contra un empleado

El fiscal pide siete años de prisión; los hechos ocurrieron en el baño de un bar.

El juicio se celebrará en la Audiencia Provincial.

León

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La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de León juzgará el próximo día 17 de septiembre, a partir de las 10.00 horas a un individuo acusado de agredir sexualmente a otro varón a la conclusión de una comida de trabajo en un céntrico restaurante de la capital. El fiscal pide siete años de prisión para el imputado, gerente para León de una empresa gallega de servicios. La defensa del acusado niega los hechos, atribuye la denuncia a la insatisfacción por las condiciones laborales del denunciante y exige la libre absolución de su patrocinado.

El escrito de calificaciones del Ministerio Público, al que tuvo acceso este periódico, sostiene que los hechos ocurrieron sobre las 17.00 horas del 9 de diciembre del 2009. El imputado (mayor de edad y sin antecedentes penales), se encontraba comiendo con la víctima por motivos laborales. El acusado es el gerente para León de una empresa de servicios asentada en La Coruña y con delegaciones en Galicia y Asturias. El denunciante es un comercial de la misma firma. Este último se sintió mal en un momento del almuerzo, «posiblemente a causa de la previa ingesta de alcohol» y decidió acudir a los baños de caballeros del restaurante, localizado en el centro de la ciudad de León.

Sentarse y relajarse

El jefe le cogió del brazo y le recomendó que se sentase en un baño y se relajara, momento en el que cerró la puerta y echó el pestillo. Posteriormente bajó los pantalones a la víctima y le practicó una felación «contra su voluntad».

El acusado procedió a bajarse sus pantalones a continuación y agarró y sujetó contra la pared a la víctima, a la que exigió que le realizara a él la misma práctica sexual. El denunciante se negó, de acuerdo al relato de los hechos que presenta el Ministerio Público y a continuación explicó a su jefe que no quería, por lo que le intentó apartar para salir del baño. «Pero su estado de embriaguez», explica el fiscal «le impidió reaccionar más eficazmente, llegando el procesado a introducir su miembro en la boca de la víctima, que después consiguió darle un empujón y salir del baño».

No consta que la persona que denuncia estos hechos sufriera lesión alguna a causa de lo ocurrido, aunque sí se han producido consecuencias psicológicas para el denunciante. «Atraviesa una situación afectiva propia del cuadro a la situación vivida con sentimientos encontrados de culpa, rabia, vergüenza e inseguridad, que no tienen por qué constituirse en una patología ni permanecer en el tiempo sin presentar por otro lado signos de ansiedad, depresión y de introversión». La asistencia prestada por Sacyl al agredido generó unos gastos de 97 euros.

El fiscal considera el caso un episodio de agresión sexual, por el que propone una pena de siete años de prisión para el acusado, con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo. Prohíbe al procesado acercarse a menos de 500 metros de la víctima y comunicarse con él por cualquier medio durante ocho años y exige una indemnización de 3.000 euros por los daños morales, así como 97 euros más a Sacyl por la atención médica prestada a la víctima.