celestino rodríguez secretario provincial del psoe
El PSOE exige a Llorente su acta por abandonar el grupo en la Diputación
El líder de Ugal reclama pasar a no adscrito y solicitará consideración como grupo.
Ni en las próximas elecciones, ni a partir de este mes. Matías Llorente oficializó ayer su petición para constituirse como diputado no adscrito en la administración provincial, al margen del PSOE. «La relación está rota 100%. Ugal no tiene ninguna relación con el partido y yo, a partir de ahora, tampoco voy a tener ninguna relación», anunció el secretario general del sindicato agrario, quien ha sido diputado durante más de 20 años por medio de la coalición formada por su organización con los socialistas. «El acta es de Ugal y no la vamos a dar», sentenció para adelantarse a la petición que hizo pública horas después el secretario provincial del PSOE, Celestino Rodríguez, quien volvió a motivar la ruptura de relaciones por su decisión de retirarle al alcalde de Cabreros del Río la viceportavocía del grupo. «Es una cuestión de ética. Tiene una magnífica oportunidad para demostrar que es un sindicalista por convicciones y no un político por intereses personales», le retó.
Pero Llorente no entregará su acta, a pesar de que Rodríguez le recordó que «la obtuvo con los votos que los ciudadanos han dado al PSOE», bajo cuyas «siglas se presentó». «Si tenemos alcaldes y ayuntamientos con mayoría socialista, es gracias a que Ugal está presente en ese medio rural. Si no, cogemos cualquiera de las demás provincias de la Comunidad y vemos que el número es mínimo», defendió el sindicalista agrario, quien en sus manifestaciones ha insistido en que en los últimos comicios cerró 70 candidaturas socialistas y que cuenta con al menos media docena de alcaldes afines.
Con esta base, Llorente cargó contra la dirección provincial, al tiempo que aprovechó para lanzar un dardo al «silencio cómplice» del resto de diputados socialista, salvo «una», en referencia a la alcaldesa de Valderas, que es la única que le ha «llamado y dado su apoyo». «Han logrado lo contrario de lo que buscaban, curiosamente, que era apartarme del grupo y que no tuviera voz. Ugal va a tener en la Diputación voz propia para representar al medio rural, a los agricultores y a los ganaderos. Seré uno, pero con voz», concedió el secretario de la organización agraria, quien adelantó que pedirá a la presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco, la formación de grupo propio para tener «un despacho en el que atender a la gente». «La mayoría de diputados son pensionistas o funcionarios, porque autónomos somos dos. El resto es de otra clase y eso de ir por allí a menudo, ni siquiera los que tienen dedicación exclusiva lo hacen», criticó.
Sobre la situación en la que queda, así como sus concejales y alcaldes afines, el líder de Ugal se mostró cauto. «Si por ejemplo no nos dejaran utilizar las siglas por las que hemos ido, se crearían agrupaciones independientes», avanzó Llorente, quien recalcó que se presentarán a las próximas elecciones, bien como partido político, con las siglas de Unión Democrática que tienen desde 1986 u otras nuevas, o como agrupaciones políticas independientes. «Ya no pienso en Diputación porque como agrupaciones independientes no tendríamos opción, pero al menos en nuestros ayuntamientos, en nuestros pueblos, con nuestra gente, hemos visto el apoyo y eso es lo que tenemos», concedió, tras apuntar que no van «a competir con el PSOE en votos», a pesar de que donde se presenten «les restará votos a ellos».
Problema focalizado
Frente a estos avisos, el secretario provincial del PSOE incidió en que el abandono es por la eliminación de la viceportavocía del grupo, ya que «se le dijo que mantendría sus comisiones y sus responsabilidades», pero además se le anunció que se revisaría «el mantenimiento del pacto» con Ugal para el 2015. «Crearemos un grupo para trabajar en un proyecto que mire al futuro y olvide el pasado en aquellos ayuntamientos en los que no sigan», señaló Rodríguez, quien avisó de que «otros ya han dicho que seguirán», además de que cuenta con «concejales que han manifestado que están en contra» de los alcaldes afines a Llorente, aunque evitó decir cuáles «por respeto, para que sigan trabajando».
Rodríguez, quien analizó que «el problema está focalizado en un pequeño número de ayuntamientos del sur con un porcentaje de votos muy reducidos», recalcó que el sindicalista «se presentó bajo las siglas del PSOE y si ahora no se ve identificado, es una cuestión de ética que entregue el acta de diputado provincial». «A partir de aquí, para nosotros el tema de Matías Llorente está muerto y enterrado», zanjó.