La vegetación devora el Bernesga
El Ayuntamiento y la CHD intentan cerrar casi sin tiempo un acuerdo para hacer una poda de urgencia en el entorno de San Marcos y aplazan el dragado del río.
La primavera y el verano han sido generosos con la vegetación del Bernesga, que luce exuberante en el entorno del puente de San Marcos. Una masa boscosa que ya se enreda por la pasarela que hay adosada a la pared del parador. Una continuidad de paleras que se agavillan en el islote central y hacen familia con la maleza que crece a sus pies. El bosque que ha crecido sin freno y al que, casi sin tiempo, se enfrentan el Ayuntamiento de León y la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), que tienen previsto reunirse a finales de esta semana o principios de la próxima para cerrar un acuerdo con el que actuar de urgencia. «Algo podremos hacer. Podas y alguna pequeña limpieza», informa el comisario de Aguas del organismo regulador de cuenca, Julio Pajares, quien reconoce que «ya es muy tarde para hacer una intervención de más entidad en la que se incluya el dragado del lecho del río».
La búsqueda de la solución se sucede con apenas «mes y medio para poder trabajar en el río», antes de que vengan las crecidas. «Hasta que nos deje el río, pero como tampoco va a ser mucho, nos puede dar tiempo», señala Pajares, quien admite que «si la intervención tiene connotaciones medioambientales, habrá que pedir un permiso a la Junta» que puede acortar todavía más los plazos y dejar el Bernesga como una selva, expuesto a las avenidas. Riadas que en el otoño del 2006, con la maleza menos crecida que ahora y los lodos del lecho en una situación similar, se llevaron por delante la pasarela que había frente al Palacio de los Deportes, llegaron a desbordarse del cauce y a punto estuvieron de saltar al paseo de Salamanca.
El precedente del 2006
Por entonces, la crecida del Bernesga pilló a las máquinas en el lecho del río, a mediados de octubre, después de la falta de entendimiento que habían arrastrado desde la primavera el Ayuntamiento y la CHD, lo que obligó a que las obras tuvieran que retrasarse hasta agosto del 2007, cuando se retiraron 160.000 metros cúbicos de sedimentos. Desde aquella, no se ha tocado y ahora, pese a la coincidencia política, las gestiones iniciadas por la edil de Urbanismo y Medio Ambiente, Belén Martín-Granizo, en julio y frenadas el resto del verano han pillado a las administraciones con el tiempo encima.
A la espera de que el Ayuntamiento de León concrete su propuesta, Pajares se muestra proclive a que, si se hace ahora la pequeña poda, se acometa después «por fases, a partir del próximo año, el resto de las actuaciones». Intervenciones como la limpieza integral de toda la maleza que hay en el recorrido y el dragado del lecho, en el que se acumulan los lodos que elevan el nivel del lecho del río. «Habrá que hacer una planificación y ver de qué dinero disponemos», advierte.