«Somos un punto de referencia para los jóvenes, pero no de dependencia»
El trabajo de la Fundación Juan Soñador se desarrolla principalmente en ayudar a chicos en riesgos de exclusión social. Para ello, cuenta con cinco programas diferentes con una especialidad cada una.
El proyecto ‘Surco’ fue el primero. «Ayuda a dar descanso a proyectos sociales. Se acoge el fin de semana y en vacaciones a niños desde 8 a 18 años para que realicen actividades lúdico-formativas y compartan experiencias», explica Juanjo Ruiz.
El ‘Hogar de Socialización Tragaluz’ es otro de los proyectos. En él, se recibe a adolescentes de edades comprendidas entre los 15 y 16 años, procedentes de familias desestructuradas en una casa de acogida «con educadores las 24 horas del día».
Un hogar provisional hasta que cumplen los 18 años y que siguen siendo atendidos, pero dentro de otro plan: ‘Emancipa-Enlace’, donde pueden continuar «la convivencia en un piso pero sin la ayuda de los educadores», o «un seguimiento desde la calle», asegura Ruiz.
«Nuestro objetivo es una formación integral, que no cese cuando la persona cumpla los 18 años. Somos un punto de referencia para ellos, pues siguen contando con nosotros una vez que dejan los programas, tanto para contarnos algo bueno como algo malo, pero no queremos dependencia hacia nosotros», explica el coordinador social de León.
El ‘Centro de Día La Fontana’, «el proyecto más agradable» para Ruiz, trata de encaminar a menores «que han cometido alguna falta mediante el cumplimiento de una serie de medidas en horario de tarde como acudir a dos horas diarias sobre educación vial o mejora de la relación con los mayores. En 2011 pasaron por allí 86 jóvenes».
El último de los proyectos que se desarrolla en León es ‘Construyendo mi futuro’, que funciona en «tres barrios de la capital como la Lastra o el Crucero» en el que participan adolescentes y realizan todo tipo de actividades.