Diez años de sueños cumplidos
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Milagros Marcos, acudió al acto de conmemoración de Juan Soñador, a la que agradeció su apuesta por la infancia.
El público disfrutando de una obra de teatro.
Diez años cumpliendo sueños de niños y jóvenes en peligro de exclusión social. Diez años en los cuales ha aumentado el número de proyectos y, por tanto, el de personas atendidas. Diez años de experiencias y de superación, de sonrisas primerizas o renacidas. Así se resumen los dos primeros lustros de la Fundación Juan Soñador, cuyo trabajo se extiende por todo el noroeste español.
Para celebrar esos diez años, la fundación organizó ayer varios actos en Espacio Vías, donde contaron con la presencia de autoridades como la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta, Milagros Marcos o la concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de León, Montserrat Gutiérrez, quienes subieron al estrado para premiar su labor y «por atreverse a realizar los sueños de los demás», como declaró Marcos, quien agradeció su apuesta por la infancia.
Además, el acto contó con el reconocimiento de socios protectores como ala fundación benéfica Fernández Peña, y a la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, donde subieron a recibir la distinción dos técnicos de la administración por cortesía de la consejera Milagros Marcos.
Del mismo modo, en la celebración, de más de hora y media de duración, se sucedieron varios espectáculos como juegos malabares efectuados por el grupo circense Circofrénicos, la representación de una obra de teatro y la visualización de un vídeo resumen de los diez años de vida de la asociación, con imágenes propias.
Juan Soñador es una iniciativa de la familia salesiana que se desarrolla principalmente por el norte del país, concretamente, en Castilla y León, Galicia y Asturias, donde desarrolla diferentes programas en ayuda de niños, jóvenes y familias en situación de riesgo o exclusión social.
Sus diferentes proyectos, en los que se encuentran pisos de acogida, centros de día o realización de actividades en diferentes barrios de la ciudad, han facilitado que muchas personas puedan seguir soñando y recibir una segunda oportunidad a pesar de la actual situación económica, ya que, como la fundación asegura, «¿qué sería de la realidad sin los sueños?».