Las multas del foto rojo de Padre Isla se reducen a un tercio tras un año
El dispositivo mantiene una media de 18 sanciones diarias, tras superar las 60.
A la caza del infractor desde hace un año, el semáforo foto rojo del cruce de la avenida Cruz Roja con Padre Isla se ha quedado en un tercio de las presas con las que se cebó en su estreno. Las más de 60 sanciones diarias que se contabilizaron en sus primeras semanas, que habían sido incluso superiores a las 80 en durante el periodo de pruebas, se quedan en las 20 sanciones de media diarias que arrastra en los últimos tiempos. Doce meses en los que el progresivo conocimiento de la existencia del dispositivo por parte de los ciudadanos ha incidido en la reducción de la eficacia recuadadora. Una contabilidad que traduce cada infracción por 4 puntos de menos en el carnet de conducir y 200 euros, que se quedan en 100 si se pagan en los 20 primeros días desde la notificación oficial por parte de la Policía Local de León.
La evolución sancionadora del semáforo espía, que recauda de media 4.000 euros diarios, sigue los mismos del otro dispositivo que se mantiene en funcionamiento en la ciudad. El foto rojo de Alcalde Miguel Castaño, que se puso en funcionamiento en mayo del año 2010 con más de un centenar de multas diarias y 150 infracciones en el periodo de pruebas, presenta desde hace más de medio año una media diaria de 18 sanciones remitidas a los conductores. Más o menos las que contabilizaba el tercer aparato de estas característica que había en la ciudad, que estaba ubicado en la entrada de San Ana desde la avenida Europa y que se desmontó en agosto del 2011 por la falta de rentabilidad derivada de la bajada de la recaudación y el coste de la acumulación de averías y mantenimiento.
El foto rojo de Padre Isla se comenzó a instalar antes de finalizar el pasado mandato, pero no fue hasta mediados de septiembre del 2011 cuando se puso en funcionamiento, después de calibrar el coste y renunciar al complemento de radar. Una carcasa que estuvo durante meses vacía en el islote del cruce entre las avenidas Padre Isla, Cruz Roja y Álvaro López Núñez, a la espera del software necesario y el certificado del Centro Español de Metrología para que también pudiese sancionar por exceso de velocidad.
Ni en este punto de la capital leonesa ni en Alcalde Miguel Castaño, donde sí que se empezó a controlar la velocidad con el dispositivo en pruebas, funciona el radar fijo con capacidad para multar; una competencia que dentro de la ciudad se limita al radar móvil que se suele apostar en diferentes calles. El control se limita a cazar a los conductores que se saltan el semáforo en rojo, ya que las fotografías en ámbar son desechadas por no servir para la sanción, como tampoco se tienen en cuenta cuando pillan a ambulancias o a vehículos policiales.