León discute sobre la obligatoriedad de su ofrenda en la tradicional ceremonia del «Foro u Oferta»
El Cabildo regala al Ayuntamiento las tijeras «más pequeñas del mercado» para hacer recortes y recibe unos altavoces y unas gafas para acerarse a la información y «actualizarse»
Con las fiestas de San Froilán llega también uno de los actos más esperados por todos los leoneses, la tradicional ceremonia del ‘Foro u Oferta’ o ‘Las Cantaderas’. Un acto que reúne a cientos de personas que se acercan al claustro de la catedral para presenciar el duelo dialéctico que enfrenta al Cabildo con el Ayuntamiento de León.
En este ‘tira y afloja’ que concluye siempre en empate entre las dos partes, el síndico catedralicio reclama al Consistorio leonés que admita la obligatoriedad que tiene de agradecer a la Virgen su intervención en la Batalla de Clavijo, además de dar las gracias por haberse liberado de pagar el «vejatorio tributo» de ‘Las cien doncellas’. Por su parte, el pueblo leonés, representado por el Ayuntamiento, acude cada año a presentar su ofrenda pero, lejos de ataduras, reclama la libertad de este acto.
Como es tradición, durante este debate el Ayuntamiento y el Cabildo catedralicio intercambiaron regalos que sirvieron para acompañar a sus argumentos, que siempre buscan dar un toque de humor al acto haciendo referencia a diferentes temas de actualidad. Así, el representante del Cabildo, Primo Lucio, entregó a la síndico municipal, la concejala de Personal, Nuria Lesmes, unas tijeras, «las más pequeñas del mercado», para hacer recortes. Unos recortes que, sin embargo, confió en que afecten sólo «al racimo y al mollete» que forman parte de la ofrenda y «nunca» a la obligación de su gesto.
Lesmes respondió a este ofrecimiento dando la «enhorabuena» a Lucio porque el regalo va «muy bien» al Ayuntamiento, aunque lamentó que la tijera se quede «un poco pequeña» y señaló que sería más apropiado que fuera «de podar», «un poco más intensa y desgarradora». Dicho esto, criticó que el discurso del Cabildo se haya quedado «obsoleto» y, contra esto, les recomendó «actualizarse» acercándose a la información con unos altavoces «para que los conecte a la radio» y pueda así escuchar las noticias y «unas gafas de ver de cerca», para que no se le escape la «letra pequeña de los periódicos». En cuento a las tijeras, Lesmes subrayó que espera que «nunca más tengan que volver a utilizarlas».
Referencias al incendio
En sus discursos tuvieron también un hueco las referencias al incendio que el pasado 10 de agosto afectó a la sede principal del Ayuntamiento de León. En este sentido, Primo Lucio afirmó que el fuego en el edificio fue un «vaivén que desequilibró» la actividad, un «vaivén» que está presente también en la intervención de Lesmes, por negarse a aceptar algo que es una «obligación».
Por su parte, Lesmes invitó al Cabildo catedralicio a «asomarse a las ventanas» para «oler el chamuscado ambiente» en el que también «se palpa la crisis» y que hace que los leoneses vayan «cabizbajos». Del mismo modo, destacó que cuando «en el año 65» se quemaba la catedral, «no hubo nadie que no acudiera para ayudar» y se preguntó «dónde estaba» el Cabildo cuando en el Ayuntamiento de León «se quemó todo». Así, mientras «el pueblo estaba allí», la concejala de Personal acusó al clero de estar echando «una siesta veraniega».
Además, Lesmes también les reprochó que, a diferencia de los demás, ellos conservan la plantilla «íntegra»y una «ropa laboral de rancio abolengo, pero que destila poderío», por no hablar de «sus sueldos». Primo Lucio reaccionó a estos comentarios señalando que «cuando quiera, cambiamos el sueldo de tres canónigos por el de un concejal». Todos estos fueron algunos de los argumentos que llenaron los discursos de las dos partes implicadas en este duelo que, como no podía ser de otra manera, concluyó para dar paso a diferentes actos festivos, aplazando el debate para el próximo año.