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UPyD dice que casos como el de Vallejo son los que han arruinado las cajas

El partido de Rosa Díez exige la salida de los políticos de los órganos de dirección.

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manuel c. cachafeiro | león
León

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Unión, Progreso y Democracia (UPyD) volvió a pedir ayer la salida de los políticos de los órganos de dirección de las cajas de ahorro después de conocer lo que ha ocurrido con el ex concejal del PP en el Ayuntamiento de León, Cecilio Vallejo, que pese a estar contratado en exclusiva como consejero delegado de Inmocaja (que gestionaba la línea inmobiliaria de Caja España) facturó a la propia entidad 331.588,71 euros por trabajos como arquitecto que realizó para Viproelco, otra sociedad participada al 50% por Agelco y Caja España.

En un comunicado, UPyD de León recordó que ha pedido repetidamente la salida inmediata de consejeros y representantes políticos de los órganos de gobierno de las cajas de ahorro. «Si la crisis es más cruda en nuestro país que en otros es por los problemas derivados de nuestro modelo territorial, que ha favorecido el despilfarro, el gasto superfluo, la corrupción y la politización de las cajas de ahorros, entre otros males», sentencia el partido de Rosa Díez.

Según sus representantes en León, «las cajas se han convertido en la ‘banca privada’, opaca y mal gestionada, de partidos políticos, ayuntamientos, comunidades autónomas y grupos de intereses locales, de lo que es solo un ejemplo más el caso de Viproelco y Caja España».

Según la formación magenta, «es curioso que sean los políticos, que debieran ser los garantes del sistema democrático, los que han llevado a la ruina a las cajas de ahorro, que fueron creciendo con los ahorros e inversiones de multitud de pequeños ahorradores y empresas».

Unión Progreso y Democracia apuntó en el mismo comunicado que «jamás se buscó ni exigió un perfil profesional o currículum para pertenecer a los órganos de gestión y dirección de las cajas. En realidad sí, el carné del partido», añade de manera irónica. «Unas entidades negligentemente gestionadas por los políticos tradicionales de los partidos tradicionales que se repartían los sillones de forma tradicional y que ahora, y para no romper con las tradiciones, se niegan a asumir responsabilidad alguna y pretenden seguir al frente de las entidades que han arruinado o salir de rositas reservando sitio a su correligionario correspondiente en un cementerio de elefantes que ayer fue oasis y hoy ha quedado devastado».

El entonces director general de Caja España, Ignacio Lagartos, remitió una carta a Vallejo en junio de 2010 en la que le advertía que no estaba autorizado para realizar actividades profesionales para otras sociedades.