La supresión de la extra permitirá al Ayuntamiento ahorrarse 3,5 millones
PP y UPL tachan de populista el gesto del PSOE de oponerse a su eliminación.
El Ayuntamiento de León se ahorrará alrededor de 3,5 millones de euros con la supresión de la paga extra de Navidad a los funcionarios y al personal corporativo, según se informó en la Comisión Municipal Informativa de Hacienda y Régimen Interior previa al Pleno celebrado ayer en el Consistorio de San Marcelo.
Pese a que la estimación inicial calculaba alrededor de 3,9 millones, el presidente de la Comisión, Agustín Rajoy, consideró más prudente dejar el montante estimado en torno a los 3,5 millones de euros. El equipo de gobierno informó de esta partida el pasado día 8 de octubre a la oposición.
El grupo socialista se sumó a la aprobación por unanimidad de la propuesta de reducción de las retribuciones para los miembros corporativos del Ayuntamiento correspondiente a la supresión de la paga extra de Navidad. Fue en el punto tercero del Pleno que se celebró ayer en San Marcelo. Sin embargo, en el punto cuarto votó en contra. Se trataba de adoptar un acuerdo para no disponer de los créditos correspondientes a la reducción de retribuciones de los miembros corporativos y de los funcionarios.
Vicente Canuria explicó la postura socialista: «Apoyamos el punto anterior por un ejercicio de responsabilidad, pero nos oponemos en este otro porque consideramos injusta la carga de ajustes que están soportando los funcionarios públicos. Ha sido un sector muy castigado y desde luego la norma se podría haber interpretado de una forma más favorable a los intereses de los trabajadores».
La réplica de Rajoy fue concisa: «Usted se está quejando de algo que no compete ni al Pleno ni al Ayuntamiento. Hay un Real Decreto del Gobierno que hay que cumplir y no hay más. Se trata de disponer o no de ese crédito y no hay más que discutir. Lo otro es entrar en otras disquisiciones ajenas a lo que traemos al Pleno».
Más parados
Cerró la discusión el alcalde, Emilio Gutiérrez: «No podemos hablar de lo que hacen otros, sino de lo que tenemos que hacer nosotros y está claro que no es este Ayuntamiento el que ha llevado a este país a pasar de dos a cinco millones de parados».
Similar discusión se produjo en el punto quinto, que debatía la modificación de las prestaciones que recibirán los funcionarios afectados por las bajas. A partir de ahora, los tres primeros días de enfermedad se cobrará el 50% de las retribuciones habituales, desde el cuarto hasta el vigésimo sube al 75% y desde el vigésimo primero hasta el fin de la baja, el 100%.
Canuria acusó al Ayuntamiento de penalizar a los enfermos «que ahora tendrán que ir a trabajar para no perder sus emolumentos. Vuelven a criminalizar ustedes a los más débiles». Por su parte Javier Chamorro (UPL) criticó la postura socialista: «Lo que estamos votando es otra cosa, igual que en el punto anterior. El Gobierno obliga a reducir las prestaciones por Incapacidad Laboral Transitoria y la concejal de Personal llega a un acuerdo con los trabajadores para mejorar sus condiciones dentro de lo que permite la ley. Si todos votamos en contra, como ustedes, los funcionarios tendrán que someterse a la ley y sus condiciones serán peores que las que les estamos ofreciendo».
El concejal 16 del PP
Canuria le reprochó su visión: «La verdad es que el PP se acaba de sacar de la manga el concejal 16 de una forma innecesaria». Chamorro se lo rebatió: «Ni soy el 16 del PP ni el 11 del PSOE, soy consecuente con mi forma de pensar, independientemente de que esté en el gobierno o en la oposición, que es una cosa que echo de menos en este país».
Nuria Lesmes, responsable del área de Personal, explicó el acuerdo: «No aprobarlo significaría que en los primeros cinco días de baja no se cobraría nada. Con esta modificación, sólo se aplica a los tres primeros días. No queremos ensañarnos con los funcionarios, por eso mismo hemos cerrado este acuerdo con los agentes sociales después de más de 60 mesas de trabajo».
Cerró el turno de intervenciones el alcalde, Emilio Gutiérrez, haciendo uso de uno de sus argumentos favoritos: «Favorecer a los trabajadores es crear empleo y cuando este país lo gobernaba el PP había 1,5 millones de parados y ahora hay tres millones y medio de parados más».