León sellará con hormigón arquetas de la luz para evitar el robo de cable
Los ladrones sustrajeron más de 80 kilómetros de cableado en los 2 últimos años.
Las tapas se levantarán, se pondrá una placa aislante de los cables y se rellenará con hormigón el resto de la arqueta.
Después de acumular en los dos últimos años un listado con casi 70 robos y más de 80 kilómetros de cable de cobre sustraído, metro a metro, de las infraestructuras del alumbrado público, el Ayuntamiento de León ha decidido sellar parte de las arquetas con hormigón, como confirmó la concejala responsable del servicio, Belén Martín-Granizo. Un proceso que se iniciará de manera inmediata para intentar frenar la corriente de hurtos que, a pesar de las campañas especiales de vigilancia policial, se suceden por diferentes zonas del municipio, pero sobre todo en los barrios de las afueras, como La Inmaculada y Ventas Oeste; en los polígonos urbanísticos que todavía están a medio ocupar, como La Lastra; y las travesía de comunicación con las pedanías, como Oteruelo, Trobajo del Cerecedo y Armunia, y las vías de circunvalación o las salidas de la ciudad, como la ronda Sur y la carretera de Carbajal.
La acumulación de incidentes, que en los últimos meses han dejado sin luz parte de la avenida Real del Ejido, de la urbanización del campo de golf o de la ronda Sur y sus accesos, hace que se haya tomado la solución más sencilla, además de la más barata, para reforzar la seguridad de las infraestructuras del alumbrado de la ciudad. Un sellado que supondrá que se tengan que abrir las arquetas que hay en el suelo, colocar una plancha de protección que aísle el cableado y rellenar con hormigón el espacio restante. Trabajos, que serán efectuados por parte de las brigadas de Obras municipales para que su coste sea el menor posible, que evitarán que los ladrones puedan seguir con su modo habitual de operar: abrir la arqueta, cortar, ir a la siguiente, volver a cortar y tirar del cable; así, de manera sucesiva a lo largo de las farolas de la zona del hurto, de las cuales también se abre la portezuela del registro para llevarse los dos metros que hay desde la arqueta a la luminaria.
Esta mecánica, que se valora dotar incluso de más consistencia con el soldado de las tapas, que provocará problemas cuando haya averías que reparar, ante las cuales será necesario picar el hormigonado o buscar derivaciones. Soluciones que se calcula que serán menos costosas que la reposición del cable de cobre, que en estos dos últimos años le ha supuesto al Ayuntamiento un gasto de más de medio millón de euros, según las estimaciones de los técnicos de servicios eléctricos.
Aunque Martín-Granizo evitó cuantificar cuántas arquetas del alumbrado público se sellarán y cuáles serán los espacios elegidos —«para no dar pistas a los ladrones», reseñó— las primeras órdenes se centran en intervenir en La Lastra, donde se han robado 7 kilómetros, en La Inmaculada y Ventas Oeste, donde ha habido media docena de robos; y en Mariano Andrés y las calles adyacentes que forman parte del barrio de La Asunción.