El consistorio prepara la petición para recibir el segundo millón del seguro
El edificio de la ampliación del consistorio, por el que se extendieron las llamas desde la tercera a la séptima planta, se esconde ya detrás de una malla que protege el andamiaje. Una cubierta que se ha colocado dentro de las labores de apuntalamiento y que permitirá desmontar por partes los cinco pisos cuya estructura quedó dañada de forma tan severa que impide que se puedan mantener o arreglar.
Los trabajos para desmontar las cinco plantas avanzan dentro de los plazos fijados, en los que se emplaza para mediados del mes de dicembre la finalización de las obras. Trabajos con los que, a través de los andamios y gracias a la grúa de 50 metros que se colocó en el callejón de San Agustín después de tirar una nave, se retirarán casi 100.000 kilos se residuos de construcción: 80.000 kilos de acero, 10.000 de madera, plásticos y vidrios, 1.000 de ladrillos y 750 de cableado eléctrico. Un espacio en el que no se prevé por el momento que se vuelvan a levantar las cinco plantas objeto del desmontaje, dado que incluso habría que hacer una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para permitirlo, puesto que desde su aprobación se regula que no se pueden levantar más de 4 alturas en el entorno.
En paralelo se contonúa con el trabajo en los despachos, donde todo está listo para poder ingresar otro millón de euros más de adelanto del seguro, que en el mes de septiembre aportó un millón para empezar a facturar las labores de recuperación de equipos informáticos y el proyecto de desmontaje, que cuesta 410.000 euros.