Santos Llamas dimite como consejero de la Caja obligado por sus créditos de 80 millones

Ya es historia. El ex presidente de Caja España-Duero, Santos Llamas, ya no es consejero de la entidad desde que el pasado viernes presentara su dimisión «por motivos personales», según reza en la carta que dirigió al presidente de la Caja, Evaristo del Canto. Llamas se va del consejo, al que llegó en junio del 2006, obligado por los créditos de en torno a 80 millones de euros que aún mantiene con la entidad, a través de sus diferentes sociedades.

Llamas no aclara cuáles son esos motivos personales de su dimisión como consejero de la entidad, pero la realidad, según ha podido saber DIARIO DE LEÓN a través de fuentes de la propia Caja, es que detrás de la marcha del ex presidente de la entidad está la no refinanciación de su deuda por parte del banco de Caja España-Duero (Ceiss).

Esta decisión, siempre según las fuentes a las que ha tenido acceso este periódico, el Consejo del banco Ceiss la tomó el pasado mes de julio y es ahora en octubre, transcurridos los tres meses que fija la ley, cuando Llamas podría entrar en mora con la entidad.

Ley de Cajas

Precisamente, el hecho de poder entrar en morosidad fuerza la salida del consejo de administración de Santos Llamas, principalmente porque así se lo exigen la Ley de Cajas, aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en julio del 2010, y el propio estatuto de Caja España-Duero, que desarrolla esa ley.

En el artículo 7 apartado C de la Ley de Cajas se dice textualmente que, para ser consejero, se ha de «estar al corriente en el cumplimiento de las obligaciones que hubieran contraído con la caja de ahorros por sí mismos o en representación de otras personas o entidades». Los 80 millones que el ex presidente mantiene como créditos con la entidad, y que tras la negativa de una nueva refinanciación podrían pasar a engrosar los números de la morosidad de la entidad, son la mejor muestra de que Santos Llamas no podía seguir como miembro del consejo de administración.

Las fuentes de la entidad, consultadas por el Diario, aseguran que lo que ha hecho Llamas es irse cinco minutos antes de que lo inhabilitaran para seguir en su cargo de consejero de la Caja España-Duero.

Es más, la Ley de Cajas también recoge este extremo. Si Santos Llamas quisiera mantenerse como un miembro más del consejo de la entidad estaría incurriendo en una infracción grave, que viene recogida en el artículo 8 apartado II de la propia Ley de Cajas, y que se cometería si el consejero «durante el ejercicio de su cargo hubiera incurrido en el cumplimiento de las obligaciones contraídas con la caja con motivo de créditos o préstamos por impago de deudas de cualquier clase frente a la entidad».

La Fiscalía mantiene abierta la investigación por los créditos que se le concedieron al ex presidente antes del 2010, precisamente en la etapa en la que Llamas presidía la Caja, a raíz de la denuncia que presentó Izquierda Unida en noviembre del 2011.

IU cifra esos casi 80 millones de euros en préstamos a las «empresas vinculadas» a Santos Llamas: Construcciones Carriegos, Llamas Gil y Sotaban S.L. En esta denuncia, la coalición de izquierdas habla de diferentes créditos, con cantidades que oscilan entre los 131.500 euros a los 21 millones, pasando por los 17,6 y los 15,2 millones. Y no sólo con Caja España, sino también con la salmantina Caja Duero.