Los santos siempre en la memoria

Tras cruzar el viaducto de Puente Castro hacía ayer aparición la esencia de la festividad de Todos los Santos. Una hilera de coches avanzaba lentamente hacia el cementerio de León y decenas de personas iban y venían por las aceras cargadas con los clásicos ramos para sus difuntos.

Más de 40.000 personas visitaron ayer el camposanto de la ciudad y esperaron al último momento para recordar a sus seres queridos con flores y vestir de color la tradicional ceremonia de los Santos. La mitad de los asistentes se trasladaron en vehículos, que la policía local cifró en un total de 20.000 a lo largo de toda la jornada. El despliegue de las fuerzas de seguridad permitió que, a pesar del abundante tráfico que inundó la zona especialmente durante la mañana de ayer, la circulación avanzase poco a poco a la entrada del cementerio, donde se mantuvo todo controlado y sin ningún incidente.

El fuerte viento que sopló durante todo el día hizo que muchos de los centros florales que alegraban las sepulturas, mausoleos o el Bosque de las Almas —para los incinerados— apareciesen poco después volcados sobre el mármol o tirados en el suelo. Aún así, el invernal tiempo, acompañado de alguna que otra gota de lluvia, no echó para atrás a los más de 40.000 leoneses que se acercaron a memorar a sus fallecidos.

Tampoco achantó el frío a los vendedores de flores que, como cada año, colocaron su puesto a las puertas del camposanto. «Las ventas han sido inesperadas este año. En mi caso no hemos parado en toda la mañana y aún seguimos preparando ramos», comentaba al medio día una de las mujeres que regentaba uno de los puestos. Otra aseguraba que la jornada había sido buena, «aunque no se puede tirar cohetes», sentenció. Y a pesar de que la tradición manda comer buñuelos y huesos de santo en la festividad de ayer, la venta de obleas no faltó también a las puertas del cementerio leonés.

Así transcurrió la jornada de recuerdo, con el deambular de más de 40.000 personas por el laberinto de 21.233 tumbas, que actualmente están censadas en el cementerio situado en el barrio de Puente Castro.

El Día de todos los Santos llegó un año más a su fin sin que ninguno de los difuntos se quedase sin su flor. Y, por supuesto, sin su recuerdo.