Apenas 25 grúas donde había 300
El padrón de cobro deja al descubierto este año una caída de más del 90% de los ingresos por tasas en grúas torre desde que comenzó la crisis en el año 2008.
Hay indicadores de la crisis que son perceptibles con sólo levantar la vista hacia el cielo. Un horizonte en el que las grúas fueron dominadoras hasta el año 2008, cuando empezaron a caerse los brazos de la construcción, desde Eras de Renueva hasta La Lastra, en todos los sectores urbanos que florecían en los eriales convertido en urbanos a las entradas del municipio. Una imagen que cuatro años después parece un espejismo.La fotografía, refrendada por el padrón de cobro de las tasas municipales por este tipo de instalaciones, que en este último semestre del 2012 apenas contabiliza 25 grúas torre en la capital leonesa. Un descenso superior al 90% con respecto a las más de 300 que se levantaban al mismo tiempo en los últimos años del boom de la burbuja inmobiliaria.
La caída de las grúas tiene su reflejo en la contabilidad del Ayuntamiento de León, que pasa estas tasas con carácter semestral. Donde en el 2008 se llegaban a recaudar más de 40.000 euros de ingresos, ahora se esperan 3.323 euros, según el padrón aprobado, en el que se marca desde el pasado 22 de octubre hasta el 24 de diciembre para que los 25 titulares de las edificaciones afectadas hagan efectivo el pago de sus obligaciones tributarias. Poco menos de una doceava parte del dinero que por estas fechas entraba en la administración municipal de la capital leonesa proveniente de este tributo.
Pese a que la tasa suma 129, 05 euros —86 euros por el brazo o pluma que ocupe en su vuelo la vía pública y 43,05 euros por cada metro cuadrado de utilización del suelo en el que se coloca la base de la grúa—, los responsables de la gestión económica del Ayuntamiento resaltan un aspecto más que denota los problemas del sector urbanístico. En un tributo menor, con una cuantía insignificante dentro de proyecto medidos en millones de euros, lo normal era que las grúas permaneciesen un tiempo después de terminada su labor en la obra; ahora, dado que la obligación de pago se genera con tan sólo un día que pase del semestre, el desmontaje de la estructura se hace de manera inmediata para ahorrar en costes.
Nada que ver con los tiempos de la bonanza de la construcción. Hace poco más de cuatro años. Cuando a poco que se levantara la vista se topaba con una grúa en movimiento.