La salud de los pequeños hospitalizados condiciona la programación de actividades
El niño elige. «Nunca trabaja en algo que no quiere», asegura la pr=ofesora, Gloria González. «En la programación de las actividades reina el aquí y el ahora», dada la heterogeneidad y dinámica cambiante que caracteriza al aula. Todos los días ingresan niños nuevos, sus edades son distintas, «al igual que sus enfermedades, dolencias, cuidados, sentimientos, necesidades y circunstancias familiares y sociales». La programación a medio y largo plazo no es factible «porque nunca sabemos con qué recursos humanos vamos a contar». En el nuevo proyecto del aula, «los pilares fundamentales son las emociones del niño y sus intereses. Si una persona está mal no le puedes sumar otra obligación».
Los menores permanecen conectados con sus colegios a través de las páginas web de los institutos, donde pueden trabajar en parte de las materias que ses impartan cada día en sus clases, así como los deberes que los profesores ponen a los alumnos.
Flexibilidad
La flexibilidad de horarios y de materia son dos de las características principales del funcionamiento del aula hospitalaria. «Dada la realidad de la que partimos, la flexibilidad será otra característica a la hora de realizar nuestro trabajo. Utilizaremos todo aquello que contribuya al bienestar de nuestros alumnos. El protagonista es el niño y daremos tanta importancia al proceso como al resultado final».
El aula participa en el Plan para el Fomento de la Lectura, que estimula la imaginación y ayuda al desarrollo del pensamiento, «todas las actividades relacionadas con la lectoescritura reciben un trato preferente en el aula».