El ordenador que originó el fuego en el consistorio estaba «escasamente ventilado»
El equipo de gobierno recibe el informe que confirma las conclusiones adelantadas por DIARIO DE LEÓN.
El incendió que arrasó las cuatro plantas superiores del Ayuntamiento de León el 10 de agosto, «a juicio de los peritos, pudiera haberse producido de forma accidental debido a un sobrecalentamiento interno de la torre CPU del ordenador situado en la estantería» del departamento de personal y nóminas, en la planta tercera, según el informe de la Policía Científica adelantado hace dos semanas por DIARIO DE LEON y que ayer fue remitido ayer a los responsables del consistorio. Unas conclusiones en las que se detalla que el equipo informático que originó el fuego estaba en un armario empotrado: «un lugar confinado y escasamente ventilado» en el que «pudiera haberse generado la cantidad de calor suficiente para iniciar el fuego». Más si cabe cuando se trataba del ordenador de «captura de datos del control de horarios, que permanecía constantemente encendido, las 24 horas del día y todos los días del año», mediante «un regleta de enchufes múltiples» que estaba conectada «a una toma aérea que bajaba del techo».
El informe, fechado el 25 de septiembre, descarta la intencionalidad: recalca que en el lugar de los hechos «no se han encontrado acelerantes de la combustión», niega que hubiera «manipulaciones» en la instalación eléctrica y detalla que la radial que se encontró cerca «estaba desconectada» y había sido utilizada «sobre las 11 ó 12 horas», mientras que el fuego se originó a las 15.40 horas».
Los investigadores detallan que el incendio «se alimentó fácilmente debido al material de papel y cartón existente en la estantería, ascendiendo las llamas hasta alcanzar la rejilla del conducto de ventilación situada en la vertical del foco». Una vía por la que expone el informe que «el calor que se introdujo por las rejillas de ventilación fue ascendiendo y transmitiendo el fuego por convección». Una forma de transmisión que originó «focos secundarios» en el archivo de nóminas, desde el cual «alcanzó la torre de los conductos verticales de ventilación» y llevó las llamas hasta el bajo cubierta del séptimo piso.