La FELE calcula que la «huelga política» puede hacer perder a León 20 millones de euros
El presidente de la FELE ha lamentado hoy en que los sindicatos protesten contra las decisiones que adoptan el Ejecutivo y el Parlamento nacional perjudicando «como siempre, a las empresas»
La Federación Leonesa de Empresarios (FELE) ha manifestado hoy su «rechazo» a la huelga general para el próximo 14 de noviembre, ya que considera que se trata de una «huelga política», que puede hacer perder a la economía leonesa 20 millones de euros si la secundara el cien por cien de los trabajadores.
El presidente de la FELE, Javier Cepedano, ha lamentado hoy en rueda de prensa en León que los sindicatos protesten contra las decisiones que adoptan el Ejecutivo y el Parlamento nacional perjudicando «como siempre, a las empresas», que verán paralizada su actividad económica.
Cepedano ha señalado que esa «presión política» generará «conflictos en las empresas», por lo que FELE apoyará la «apuesta» de quienes decidan acudir a su trabajo a pesar de la convocatoria.
Además, ha recordado el «perjuicio» que sufrirán los empleados por los descuentos salariales y la reducción en las cotizaciones a la Seguridad Social.
Por otro lado, ha demandado a «los poderes públicos» que garanticen el «derecho compatible» con la huelga y el de ir a trabajar, mediante la «seguridad necesaria» para garantizar también los servicios mínimos.
Además, ha vuelto a instar a los trabajadores a que «denuncien todos los abusos» que se puedan generar durante la jornada y, del mismo modo que en la huelga general de marzo, ha pedido que se graben los actos violentos que se puedan producir como «elementos probatorios».
Por otro lado, la FELE ha culpado a los sindicatos de manifestar una «actitud deliberada de incumplimiento» del II Pacto del Acuerdo Laboral y Negociación Colectiva suscrito a principios de año con la patronal porque «no están favoreciendo la moderación salarial ni la flexibilidad interna en las empresas», ha denunciado el presidente.
Ahora, según Javier Cepedano, es el momento de estrechar la «colaboración» entre los trabajadores y las empresas para que, «de la mano de las administraciones», se pueda «organizar el camino para salir de la crisis».