Cerrar

Un curioso modus operandi para forzar de dos formas los dispositivos

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

A la hora de asaltar los contenedores, los delincuentes utilizan dos fórmulas muy peculiares que en ambos casos tienen éxito.

Por una parte, la metodología más extendida es forzar los tornos de que disponen los contenedores, para poder acceder así libremente al contenido de la ropa que está depositada en el interior. En buena parte de los casos, el material se transporta en carritos de supermercados que luego aparecen abandonados en las inmediaciones.

Existe una segunda variante más enrevesada que consiste en abrir a medias la portezuela hasta el tope que permiten los dispositivos y utilizar un gancho para pescar cada una de las prendas de forma muy metódica y depositarlas después en los carritos. El resto de la operación es similar en los dos supuestos.

El proyecto puesto en marcha en mayo de este año «no tiene como fin recoger material para sacar dinero», advirtió en su día el gerente de Asprona, José María Martínez, sino contribuir a «una acción social necesaria», como apostilló la directora de Cáritas, Mercedes Gallego en el acto de presentación del nuevo plan.

En 24 puntos

Los contenedores están repartidos por 24 puntos de la ciudad, en coincidencia con aquellos donde hay contenedores de recogida de aceite usado, pero se podría ampliar por la demanda ciudadana, si hiciera falta.

La acción del ropero, en el que trabajan en la actualidad 40 voluntarios coordinados por Sor María, se reforzó a finales de la primavera con el programa de 24 contenedores de recogida, en el que colaboran el Ayuntamiento de la capital leonesa, con la cesión del espacio público, Asprona, que hace la recogida, y Cáritas, que se encarga del almacenamiento, preparación y entrega de la ropa, calzado y juguetes a los necesitados.

La investigación de este caso está a la espera de conseguir nuevos datos a este respecto y por ahora no tiene constancia de los puntos en los que se está produciendo este tipo de robos, aunque descarta que se trate de casos de extrema necesidad en los que el material que se sustrae pudiera ser utilizado para consumo propio. Se apunta a bandas organizadas de procedencia extranjera, según las primeras pesquisas.