Los puentes salvan el último tramo del año del sector hostelero leonés

Por encima de las expectativas que tenían los profesionales del sector, y en niveles muy similares a los del año pasado. El puente de la Constitución y la Inmaculada ha registrado una destacada afluencia a los establecimientos hoteleros y a la hostelería leonesa, lo que supone «un balón de oxígeno para poder seguir aguantando». Como lo fueron los puentes de octubre, que han contribuido a animar las negativas expectativas que el sector tenía para el último tramo del año. Incluso, se atreven a hablar de que se haya tocado fondo en la caída del negocio.

Así lo valora Pedro Llamas, presidente de la Asociación Provincial de Hostelería y Restauración, que se mostraba ayer «razonablemente satisfecho» con los niveles de afluencia registrados en los últimos cuatro días. «Todo lo que sea no bajar ventas es una buena noticia ahora. Ya sabemos que no van a volver los niveles de consumo de hace unos años, pero es importante que los ciudadanos recuperen el ánimo».

Expectativas dentro de la prudencia, porque el sector sabe que «después de un puente o un fin de semana bueno, donde se incrementa el consumo, llega una semana mala, en la que la gente no gasta. El dinero es el que es, si se gasta en cuatro días, para los siguientes no hay más».

 

Madrileños y familias

Llamas señala que la mayor parte de los turistas que se acercan a León los puentes son madrileños, o personas que tienen familia en León. Este último puente se ha dejado notar también la afluencia de seguidores del Purple Weekend. Ha habido, en cualquier caso, «buen ambiente, y un consumo no tan ajustado. La gente sigue pidiendo platos para compartir, y no muchos, pero al menos se va animando».

No cree el representante de los hosteleros que la propuesta de agrupar los puentes y unir los festivos al fin de semana fuera a tener una repercusión importante en el negocio del sector. Y sabe también que pasadas las navidades los empresarios tendrán que aguantar el tirón de un duro invierno.

Un duro invierno

Cuando terminen las fiestas, esta vez sin el aliciente de la extra de Navidad de los empleados públicos, los consumidores van a retraer su gasto. «Sólo esperamos aguantar el tirón, mantener nuestras plantillas aunque sea con esfuerzo y confiar en que sea cierto que a mediados del próximo año comenzará a repuntar la economía».