La nueva directiva de la Casa de León en Madrid se da tres años para reflotar la entidad
Rafael Álvarez es ya oficialmente historia de la Casa de León en Madrid. Alfredo Canal es, al contrario, el que cobra todo el protagonismo de un nuevo proyecto, nueva directiva, nuevas ideas y la responsabilidad de intentar reflotar la entidad leonesa en la calle Pez de la capital. Ayer se escenificó ese cambio en un acto que contó con la presencia de buena parte de la nueva junta directiva, en la que la continuidad, si es que la hay, vendría marcada por la presencia de Isabel Mijares, entre otros, que también formó parte del equipo de Álvarez.
Eso sí, cambios sí de detectaron, aunque Alfredo Canal, un empresario natural de Cistierna y asentado en Madrid, no quiso abundar en ellos, tal vez por aquello de la cortesía. Pero, por ejemplo, el hecho de que el despacho presidencial desaparezca para convertirse una sala de uso común es uno, y significativo, cuando hasta la fecha era uno de los lugares en los que tenían lugar importantes reuniones o tomas de decisiones trascendentes para el futuro de la entidad. O que la propia directiva, junto a su presidente, exponga que ellos quieren desarrollar su proyecto y reflotar la Casa de León en tres años, e irse, es sustancialmente distinto a lo hasta ahora conocido. Eso y que la directiva se renueva en un 85 por ciento son datos relevantes de que el cambio es un hecho.
La nueva directiva llega con la intención de implantar su modelo de gestión para que la Casa de León se mantenga por sí misma. De igual forma, otro de los planteamientos que parecen innegociables es que el proyecto se plantea con una duración de tres años, tiempo que consideran suficiente para reflotar la nave y dar su posterior relevo.