Feve levanta un nuevo «muro»
Los vecinos reclaman a la compañía que modifique las nuevas escaleras de Ramón y Cajal porque convierten la calle «en un foco de suciedad» e «inseguridad» .
Como «una escalera sirve para unir zonas a diferente cota», los vecinos no entienden que la estructura creada por Feve para suplir las antiguas escalerillas de los Maristas se haya convertido en un elemento que «separa y se convierte en un muro que potencia el aspecto de fin de calle, de fondo de saco», como subraya Elena García Velasco, portavoz del colectivo de habitantes de los dos últimos portales de Ramón y Cajal. Unas quejas que han remitido a la compañía y al Ayuntamiento por escrito con la única respuesta de que ya no se puede hacer nada. «El hecho de encontrarse en una calle tan pequeña y apartada, según se ha proyectado, va a facilitar que se convierta en un foco de suciedad, de permanencia en horas nocturnas, y el muro, en la pared más deseada por todos los grafiteros», señala, al tiempo que incide en que esto provoca «inseguridad, desde un punto de vista intimidatorio».
Los vecinos entienden que «se haya cambiado el sentido de dirección de la escalera, debido al ensanche de la avenida Álvaro López Núñez», pero discrepan sobre la solución que «no da continuidad a la conexión de las dos calles». Una «altura del peto o pasamanos de hormigón que hace más opaca y con más impacto visual» para la calle Ramón y Cajal», apuntan en el escrito trasladado al Ayuntamiento y a Feve. Problemas para los que proponen varias alternativas: «colocar petos o barandillas de cristal, transparentes, que faciliten la visión de todo el recorrido», sin olvidar que será necesario «una iluminación que no cause temor a los viandantes en horas nocturnas e impida el estacionamiento de personas que duerman o se detengan en las mismas».
Propuestas
El colectivo vecinal plantea además la necesidad de dar «un revestimiento al muro para dificultar las pintadas». «Un jardín vertical con sistema automático de riego que no conlleve mantenimiento, acabados en piedra, ladrillo cara vista, chapa perforada, paneles fenólicos de colocarse», lanzan como ideas, a la vez que reseñan que «se tratan de muy pocos metros y no podría afectar en mucho al presupuesto de la obra». «Son soluciones que se tendrían que dialogar para llegar a una salida entre todos , a través de la cual dicho muro sea más abierto y tenga permeabilidad visual», subrayan.
Pero desde Feve ya se les ha dicho que no se va a variar la estructura de la escalera. El resultado, a pocos días de que se terminen de ejecutar las escaleras, queda claro. «Y encima, ni van a hacer la continuidad de la calle Bilbao hasta Padre Isla, ni la otra calle que sale a Ramón y Cajal, ni van a urbanizar el centro del sector porque dicen que ahora no se puede vender el suelo, que encima es propiedad suya. Con lo cual van a quedar las cosas a medias y veremos por cuanto tiempo», critica García.