«Si tuviera que elegir un color, elegiría el azul del cielo de la Catedral»

Detrás de su larga carrera ya como diseñadora se esconde una persona que no ha cambiado ni su forma de ser, ni el lugar donde vive: Trobajo del Camino. Su recorrido, en cambio, quiere ser un homenaje a quienes como ella abanderan iniciativas vanguardistas, o los lugares donde siempre que puede ‘desconecta’ de su frenética vida, a caballo entre León y Madrid. «Al final, te mueves donde tienes tus amigos», asegura María. Y ese recorrido le lleva al centro de León, a calles de toda la vida como Santa Clara o la Avenida de Roma o Gran Vía de San Marcos.

Madrid es su destino entre semana, en bus o en tren casi siempre. Su ciudad natal queda, más bien, para los fines de semana, aunque también en León tenga buenos clientes. León, según María Lafuente, tiene un color especial. El azul de la noche en medio de ese escenario casi perfecto que es la Catedral. «Contemplar ese azul en medio de la noche es impresionante», señala la diseñadora.

Aunque su recorrido sea por el centro, María no ha olvidado ni su casa de Trobajo ni su infancia entre Trobajo y La Virgen del Camino. «Son muchos recuerdos. Aunque estés fuera, siempre te vienen a la cabeza esas imágenes de la infancia; tan íntimas, tan profundas, tan llenas de vida», añade. Y aunque su actividad profesional le lleve también por medio mundo, «no hay nada mejor como volver a casa», insiste.

Precisamente, la presentación de su colección primavera-verano 2013 se fundamenta en su visión más cercana: «Todo lo que sucede en la sociedad nos influye de alguna manera -escribe en su página web-. Vivimos tiempos en los que cada uno debemos aportar y transmitir lo que nos hace y nos ayuda a evolucionar o transmitir valores positivos. Dicen que en tiempo de crisis los buenos se hacen mejores y los malos peores».

En ese recorrido por León, una primera parada es en la Cava de Santa Clara. Allí María disfruta de la amistad con sus amigos. A la hora del vino o por la tarde, brindando también con un buen cava.

Pese a esa idea que quiere transmitir, vanguardista y a la última, la diseñadora leonesa no olvida una tienda de toda la vida como Martín-Granizo. Como tantos artistas y aficionados al arte de la capital, María compra allí sus pinturas, los colores para poner en marcha algunos de sus proyectos. «Es un sitio donde siempre he comprado. Me gusta». Y allí posa, con Rubén, Laura y Pedro.

Cocinandos es la tercera parada, ya al inicio de Eras de Renueva. Uno de los restaurantes de moda de León, y un ejemplo a seguir para María en esa carrera porque León y los leoneses se abran cada vez más a nuevos modelos de negocio, de actividades... «Es un lugar muy especial», dice en presencia de Juanjo, alma mater junto a su mujer.

El recorrido por el León termina en La Empacadora, una tienda pequeñita que acaba de abrir un amigo suyo en Gran Vía de San Marcos.

Durante todo el recorrido, el teléfono no ha dejado de sonar, sinónimo de que la actividad de María no se detiene, ni en un recorrido por el León que más le gusta.