La Universidad tendrá que ahorrar 2,4 millones más para no despedir a nadie
Un grupo de alumnos de Ciencias del Trabajo protestó ante El Albéitar en contra del posible traslado a la Facultad de Derecho.
La situación económica de la Universidad de León fue otro de los asuntos que expuso el rector de la ULE, José Angel Hermida, durante la última sesión del año del Consejo de Gobierno. De hecho, la institución académica deberá «buscar» 2,2 millones de euros para hacer frente al pago de todas las nóminas de los trabajadores de la ULE durante el próximo año.
Una delicada situación que viene dada porque la Universidad ingresará menos de lo que gastará en el capítulo de personal, es decir, que la subvención del Gobierno Autonómico no será suficiente para pagar los sueldos, que tampoco alcanzará con los ingresos obtenidos por matrícula.
De hecho, la Junta de Castilla y León ha disminuido un 7% la cantidad que la ULE percibía para pagar las nóminas, cifra que asciende a 52.600.000 euros, que pagará los seis primeros meses del año y revisará en junio, lo cual no quiere decir que se descarten nuevos recortes.
Mientras tanto, los gastos en el capítulo de personal ascienden a 56.200.000 euros, incluida la paga extra, los quinquenios y sexenios. Es decir, la ULE tendrá que aportar 3.600.000 euros de sus arcas propias para pagar los sueldos a sus trabajadores.
Aunque está previsto un incremento en los ingresos de 1,2 millones de euros por el aumento de las tasas de la matrícula, sin embargo aún faltarán 2.400.000 euros para tener dinero suficiente para pagar los sueldos.
La intención del responsable de la ULE ha sido no despedir a ningún profesor ni tampoco a nadie del personal de administración y servicios.
Las medidas
Por eso, la institución leonesa ya tiene en marcha un plan de reorganización de centros que ha comenzado con la previsión de trasladar la Escuela de Minas al edificio que ocupa la Facultad de Ciencias del Trabajo y a sus estudiantes a la Facultad de Derecho. Sin embargo, estos proyectos han causado gran malestar entre los alumnos, profesores y personal de la Facultad de Ciencias del Trabajo que se niegan a trasladarse a la Facultad de Derecho, al considerar que perderían su identidad como carrera y que pasarían a estar en un segundo plano. Un grupo de estudiantes se manifestó ayer ante el Rectorado para exigir que Hermida no lleva a cabo este proyecto. Sin embargo, no es el único movimiento previsto por el Rectorado para lograr ahorrar el máximo dinero posible, que pueda revertir en el mantenimiento de todos los puestos de trabajo, alrededor de 1.500 entre profesores y personal de administración y servicios.
Además, la ULE también está renegociando todos los contratos de mantenimiento para licitarlos a un precio mucho menor. A este ahorro hay que sumar la matrícula de los cursos de adaptación al grado que suponen unos ingresos extras para la economía universitaria. Para el año próximo no habrá dinero para inversiones.