Enero mayea en León
El invierno entra en una espiral ciclotímica con temperaturas de hasta 20 grados, las más altas de este mes en tres décadas.
Atardecer del día de Reyes, bajo los valores primaverales del termómetro de Ordoño.
León vive un enero al sol, plácido como no se recuerda en las tres últimas décadas, enero con valores propios de otra estación. Termómetros de mayo por las calles para reafirmar que escasean los inviernos como los de antes. Los expertos aportan un mapa saturado de anticiclones para explicar este calor advenedizo que se cuela desde año nuevo entre un historial salpicado de máximas que apenas superaban los cero grados centígrados. 20 grados de ayer que dejaron en anécdota los registros de 15.2, la temperatura máxima provincial registrada el enero pasado; la efeméride de la puesta de sol del día de Reyes en la ciudad sólo tiene parangón en los 18.9 grados del año 2003, en otra sesión invernal ciclotímica. Enero mayea. No existen en las tres décadas anteriores datos de un estreno invernal tan suave como el actual, ni con brisas tan suaves que llevarse al rostro. Ni de mínimas tan poco agresivas que dejan la descripción de heladas suaves nocturnas, de las que apenas bastan para formar placas de hielo.
Contraste
Para observar que hubo inviernos crudos asiste la estadística, que hace dos eneros dejó la temperatura mínima mensual en la estación meteorológica de La Virgen del Camino en once grados bajo cero. La última noche no bajó de cero grados.
La salida de este túnel primaveral por el que entra el enero leonés, crudo, largo y riguroso, se advierte ya por un viraje inmediato de la estabilidad atmosférica, que dejará entrar un frente que devolverá la lluvia, la nieve y el frío; si no extremo, al menos invernal. Desde el miércoles volverá a ser necesario usar prendas de abrigo para transitar entre el mediodía y el ocaso; y los termómetros serán de nuevo de las calles de León, no termómetros de mayo.