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Los dos clanes de la familia Álvarez se enfrentan por El Enebro y Eulen

El patriarca blinda con su hija María José Álvarez el control de la empresa de servicios.

María José Álvarez, David Álvarez y Pablo Álvarez.

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Agencias | madrid
León

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Otra entrega en el folletín de la disputa familiar que enfrenta a David Álvarez, empresario de origen leonés y fundador y presidente del grupo Eulen, con cinco de sus siete hijos. El empresario leonés, de 85 años de edad, ha dejado todo bien atado para que, cuando fallezca, el control del grupo no caiga en manos de los descendientes a los que considera rebeldes y sea su hija María José Álvarez Mezquíriz la que mantenga el control. David Álvarez tiene otro hijo que también le apoya, Jesús David, pero, según explican fuentes del entorno familiar, se ha visto obligado a vender por razones económicas casi todas sus acciones y apenas cuenta ya con participación en la compañía.

Por su parte, El Enebro, la sociedad patrimonial de la familia Alvarez y titular de Bodegas Vega Sicilia y Valles del Esla (sociedad cárnica radicada en León), ha bloqueado la entrada de operadores de la competencia en su accionariado, al tiempo que ha dado el visto bueno a la venta de bienes no rentables, principalmente inmobiliarios, informaron a Europa Press en fuentes conocedoras de la operación.

En concreto, los hijos díscolos de David Alvarez, cinco de los siete que tiene, que cuentan con el 70% de la empresa, han dado el visto bueno a la modificación de los estatutos sociales de El Enebro con el fin de condicionar la transmisión de acciones a la previa autorización del consejo de administración.

La intención de Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo es impedir la entrada de competidores en el accionariado de Bodegas Vega Sicilia, en el caso de que el patriarca y los dos hijos que le apoyan, María José y Jesús David, con un total del 30% del capital, se planteen vender dicha participación.

Se trata, según las mismas fuentes, de mantener la estructura accionarial con accionistas «próximos y cercanos», por lo que los hermanos ‘díscolos’ podrían ejercer el derecho de adquisición preferente.

El objetivo de esta operación es evitar la entrada de cualquier operador ajeno en Vega Sicilia, que continúa con sus planes de crecimiento ajena a las disputas familiares. La bodega se encuentra inmersa en su «gran proyecto» de la mano del grupo francés Rothschild, con su primera incursión en la denominación de origen Rioja, tras una inversión de 26 millones de euros en una nueva bodega en Samaniego (Alava), cuyos caldos saldrán al mercado el próximo mes bajo las marcas ‘Macan’ y ‘Macan Clásico’.

En la junta celebrada el pasado mes de enero, los cinco hijos que no respaldan al padre aprobaron además la venta de bienes no rentables de la sociedad, con el objetivo de no tener ninguna propiedad de disfrute en común. La idea es sacar al mercado las propiedades inmobiliarias si ninguno de los hijos de Alvarez los compra antes.

Mientras tanto, se está a la espera de que la Audiencia Provincial de Madrid se pronuncie sobre si David Álvarez tiene derecho de usufructo sobre el 51% del capital de El Enebro, un litigio que previsiblemente no terminará con esta resolución judicial, ya que la parte que no salga ganadora recurrirá con toda probabilidad al Tribunal Supremo.

Fuentes cercanas a El Enebro han señalado a Europa Press que confían en que el litigio no se resuelva por la vía judicial, sino a través de una solución familiar, algo que los cinco hermanos han intentado hasta en tres ocasiones, la última el pasado verano, con el rechazo posterior de David Álvarez. La intención de Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo, éste último al frente de la dirección de Bodegas Vega Silicia, es llegar a un acuerdo «pacífico y privado» con su padre.

El enfrentamiento familiar también está presente en Eulen, en la que el patriarca ha constituido junto a su hija María José una sociedad (Daval) para controlar el 60% de la compañía y frenar los planes de sus cinco hijos ‘rebeldes’ de hacerse en el futuro con el control de la firma.

De esta forma, el patriarca garantiza que el futuro de la compañía dependerá de lo que él disponga, en cuyos planes podría estar ceder el testigo a su hija, vicepresidenta de Eulen.