el filandón. la tertulia | Lázaro García Bayón ex alcalde de villaquilambre y diputado provincial de upl
«No me gustó, pero no pude tirar a la basura el proyecto del ayuntamiento»
Lázaro García Bayón confesó ayer que el proyecto de ampliación de la Casa Consistorial de Villaquilambre, que firmó la concejala del Ayuntamiento de León, Belén Martín Granizo, nunca le gustó, pero que no pudo hacer nada porque le hubieran acusado de tirar a la papelera los 100.000 euros que costó. «La culpa es mía, pero me hubieran dado hasta en el cielo de la boca», confesó Bayón, que explicó que la polémica envolvente térmica figuró ya en el proyecto original.
«No volveré a ser candidato de la UPL en Villaquilambre» fue su primera respuesta, aunque no fue lo mismo de claro sobre su futuro político a partir de 2015. Y es que, según explicó el ex alcalde y actual diputado provincial de la UPL, dentro de un año habrá congreso en las filas leonesistas. «No sé que pasara. Si el secretario general me necesita, estaré; si no, 20 años son ya suficientes». ¿Le gustaría ser candidato a las Cortes? fue otra pregunta directa en el mismo sentido: «Hoy no lo quiero ser», pero acto seguido dejó otra vez la puerta abierta a la espera de dicho congreso. Así lo admitió en su comparecencia en el programa El Filandón que realizan conjuntamente DIARIO DE LEÓN y La 8 de Castilla y León Televisión. Bayón no tuvo reparos en asumir toda la responsabilidad de la caída de votos de la UPL en Villaquilambre, aunque defendió su gestión con proyectos que ejecutó, como el polígono de Villaquilambre, la ampliaciones de colegios, la construcción de cuatro casas de cultura, la integración urbana de las carreteras León-Collanzo y Santander... Y también dos proyectos polémicos, la ampliación del Ayuntamiento y el campo de hockey, cuyo material ‘duerme’ en un almacén municipal. Sobre la polémica ampliación de la Casa Consistorial, mantuvo que «no tuvo sobrecoste» y que todos los gastos durante su gestión estuvieron «debidamente justificados» y en cuanto al campo de hockey, aseguró que el Ayuntamiento sólo puso los terrenos y, por tanto, no le costaba nada, ya que el proyecto iba a ser financiado por la Junta con el apoyo de las federaciones nacional y autonómica de este deporte. Lo que ocurrió, según añadió, fue que la administración autonómica no cumplió con el segundo pago de 135.000 euros. De todas formas, según añadió, no se le puede acusar de malgastar dinero público porque 2011, su último presupuesto, acabó con 1,3 millones de superávit.
Sobre aquel pacto UPL-PSOE-PP, dijo que funcionó, aunque había «gente más colaboradora que otra» y no tuvo reparos en decir que siempre recibió un buen trato por parte de la Junta pese a ser leonesista. En los últimos resultados municipales tuvo mucho que ver, a su juicio, el ambiente nacional. «La tendencia decía que el PP lo iba a arreglar todo; que Zapatero era el demonio y que todos los que estuvieron con él, también».
Pese a traiciones y otros ataques, incluso pactos para que apoyara determinada opción que no desveló a cambio de ser teniente de alcalde, Lázaro García Bayón aseguró que no odia nadie. «Soy abuelo y quiero vivir tranquilo». En ese tono personal, también llegó a confesar que la política, hoy por hoy, es un «estorbo» en su vida con 58 años, aunque acto seguido confesó que si no dimite es porque todavía tiene que pagar el crédito que financió la última campaña de los leonesistas.
Sobre una posible fusión de la UPL y el PAL, dijo que le gustaría que «todas las fuerzas leonesistas estuvieran unidas», y añadió: «El PAL tendrá sus condiciones y la UPL, las suyas. A José María Rodríguez de Francisco lo aprecio mucho, pero creo que su papel se da ya por amortizado».
Esa alusión a De Francisco, dio pie a hablar sobre otros leonistas. De Luis Herrero Rubinat, destacó su oratoria -«me da 2.000 vueltas»-; de Castresana dijo que le seguía viendo porque es vecino de Villaquilambre; de Abel Pardo, que sigue siendo un político «aprovechable»; de Chamorro, destacó su cercanía... aunque la respuesta más sorprendente fue la de Joaquín Otero. Señaló que fue amigo hasta la última etapa, cuando por ser su abogado en su divorcio le quiso pasar una factura de 39.000 euros de los que pagó al final 24.000. «Ni el de las Koplowitz fue tan caro», ironizó. Y sobre sus polémicas declaraciones sobre Alejandro Valderas, explicó que «tiene sus cosas» y que «va por libre», aunque lo atribuyó a que hay veces que no es posible tratar todos los temas en los órganos del partido. «Es muy buena gente», añadió para zanjar cualquier discrepancia política.
Y sobre el futuro de la UPL dejó otro titular: «Si desaparece la UPL, yo seré uno de los grandes responsables».
En cuanto a la fusión de ayuntamientos, defendió que se unan siempre y cuando sean acciones voluntarias, aunque criticó el «maltrato» que está dando el PP a las juntas vecinales cuando el verdadero problema es el alto número de empresas públicas. Admitió que si la reforma que prepara el Gobierno permite más dedicaciones exclusivas, «la ley está fallando».
Sobre los Bomberos, recordó que es la Junta la que tiene que desarrollar su propia Ley de Protección Civil, y después buscar acuerdos con la Diputación y los ayuntamientos. Eso dio pie a confesar que la de León, cuyo último presupuesto fue apoyado por todos los grupos, se ha convertido «en un ejemplo para el resto de España de buena gestión» y en su apoyo a los ayuntamientos, aunque pidió que el nuevo modelo descargue competencias impropias. Y lanzó una propuesta: que los diputados provinciales se elijan directamente, «aunque fueran 15».