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Las bajas por accidente laboral caen menos de la mitad en cinco años de crisis

El desplome de la actividad, y sobre todo la reforma laboral, reducen la siniestralidad.

Imagen de archivo de un compañero de un trabajador herido en accidente laboral en León.

León

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El descenso de la actividad económica ha sido sin duda un factor clave. Pero no, en realidad, el único. Y menos en los últimos meses. A menos actividad económica, menos accidentes laborales; parece una ecuación clara. Pero hay otros elementos que condicionan en gran medida las bajas en el puesto de trabajo, al menos en lo que a la siniestralidad en el trabajo se refiere. La elasticidad de la reforma laboral (que cumple ahora un año) para que las empresas puedan deshacerse de los trabajadores que recurren en mayor medida a la incapacidad laboral es otra de las medidas que ha tenido mayor incidencia a la hora de la «recuperación» de empleados accidentados.

Sindicatos y asociaciones denuncian que la situación económica y laboral lleva así a muchos trabajadores a acudir a sus puestos aunque estén enfermos. Los empresarios insisten en dar mayor poder a las mutuas laborales (los médicos de las empresas) frente a los profesionales de la sanidad pública a la hora de determinar cuándo una persona tiene facultades suficientes para trabajar o no después de sufrir un accidente o padecer una enfermedad.

Accidentes laborales

El caso es que las estadísticas del Ministerio de Empleo son claras: en los cinco años de crisis el número de accidentes laborales (no incluye las enfermedades profesionales ni las comunes que impiden acudir al trabajo) que han requerido baja se ha reducido en un 61%. Un desplome que tiene mucho que ver con el hecho de que son muchos menos los trabajadores y mucha menos la actividad económica que registra la provincia. Pero los porcentajes no se corresponden: la actividad ha caído, pero la siniestralidad lo ha hecho con mucha más fuerza.

Los datos son claros. En el 2007, el último ejercicio de plena bonanza económica, se registraron en la provincia 10.074 accidentes en el trabajo que requirieron una baja laboral. De ellos 9.975 fueron de carácter leve, 91 graves y ocho mortales. El año pasado, después de cinco ejercicios de descalabro económico, la cifra total de accidentes laborales que se saldaron con una baja del trabajador se redujo a 3.941, un 61% menos. De ellos 42 fueron graves y cuatro mortales, la mitad que cinco años antes. A ellos hay que sumar los accidentes registrados durante el camino hacia la sede laboral (in itínere), que fueron el año pasado 441 en total, de ellos 433 leves, 6 graves y 2 mortales.

El último ejercicio

Sin embargo, los datos muestran un hecho relevante. Entre el 2007 y el 2011 el descenso de la accidentabilidad que requirió baja laboral fue de aproximadamente un 50%. En el 2011 se registraron en la provincia 5.127 accidentes con baja laboral, aproximadamente la mitad que antes de la crisis. Pero sólo en un ejercicio la caída de estas bajas laborales por incidencias durante el desempeño del trabajo cayó un 23%. 1.186 accidentes menos con baja en sólo un año. El cambio en la normativa laboral ha sido decisivo en este «descenso» de la gravedad de los accidentes registrados.

La patronal nacional calcula que cada día faltan al trabajo un millón de personas de los 17 millones que forman la fuerza laboral en el conjunto del país, un elevado índice de absentismo que según los empresarios es una de las principales causas que lastran la productividad nacional. En la provincia, la patronal ha realizado varios estudios, pero no ha llegado a cuantificar (al menos no lo ha hecho público) la incidencia del absentismo en la economía local.

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